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domingo, 24 de julio de 2022

PÉRDIDA DE HÁBITAT, EL DESPOJO.

 

Las principales amenazas a la biodiversidad son la pérdida de hábitat,  cambio climático,  especies invasoras, sobreexplotación y  contaminación.  En esta entrada, trataremos con mayor profundidad  la pérdida de hábitat, en Chile.

Pese a que Chile no es un país con abundante biodiversidad, las cifras indican que  tiene cerca de 31 mil especies y,  presenta un alto porcentaje de especies  endémicas, las que representan un 25%  de las especies del país. Además, tiene dos de las doce especies monotípicas del mundo (con un solo representante por familia), las que corresponden al  Queule y el Olivillo.

El Ministerio de Medio Ambiente dio a conocer que seis de cada diez especies nativas están bajo algún grado de amenaza, en base a datos de más de mil especies clasificadas. A lo largo de los años, la modificación en el uso de suelo ha causado la pérdida, fragmentación y degradación del hábitat de las especies.

Entre las principales causas de la pérdida de hábitat, encontramos, el cambio en el uso del suelo (cultivos agrícolas, expansión urbana, construcción de carreteras, etc.) y  las actividades industriales extractivistas (minera y forestal). La destrucción de hábitats  es una de las mayores causas de la pérdida de la biodiversidad de las especies; esta  pérdida del hábitat puede ser total, como la inundación de bosques para construir una hidroeléctrica y en otras ocasiones,  el daño puede ser parcial, como es el caso de la construcción de una carretera.

El cambio de uso de suelo tiene como consecuencias  la fragmentación de hábitats y la pérdida de biodiversidad, modificando de manera importante los procesos ecológicos y la función ecosistémica, llevando a que la mayoría de las especies, estén actualmente bajo una intensa presión antrópica.

La destrucción de los  hábitats desplaza a las especies, lo que desemboca, por ejemplo, en que no puedan encontrar pareja para reproducirse o que lleguen a lugares habitados por personas en busca de comida o que sus enfermedades se “mezclen” con las humanas.

Este último caso ha ocurrido en comunas como Providencia (Santiago), comuna que en las últimas décadas ha aumentado  la urbanización y  se ha ido aproximando cada vez más a la cordillera de los Andes, provocando que los Pumas se acerquen a la ciudad; la pérdida de hábitat hace que el alimento escasee y estos mamíferos necesiten desplazarse por amplias áreas para hallar  comida.

                                                Crédito de imagen: biología UC. 


Otra de las consecuencias de la pérdida de hábitat es la fragmentación, una de las amenazas más importantes de la biodiversidad (Fahrig, 2003; Haddad et al., 2015),  que corresponde al  proceso en el cual la pérdida de hábitat provoca la división de hábitats grandes y continuos, en fragmentos o parches  más pequeños y aislados unos de otros, formándose verdaderas islas islas con biodiversidad, que están siendo rodeadas cada vez más y aisladas del resto por zonas de intensivo manejo humano, sobre todo zonas urbanas y  zonas agrícolas.

Entre los efectos de la fragmentación, encontramos la endogamia, lo que puede llevar a una especie a su extinción.

Un ejemplo de fragmentación de hábitats es la construcción de carreteras, las que pueden promover efectos de barrera debido a la perturbación y  lamentable, mortalidad. Vemos en la imagen que cuando las especies  cruzan de un lugar a otro, tienen alta probabilidad de ser  víctimas de atropellos.


                                                    Crédito de imagen: País circular

Por último, las actividades  industriales  extractivistas como la minería y  las plantaciones forestales o la agricultura a gran escala, destruyen los hábitats de las especies que viven en los lugares explotados, provocando no solo daños a la superficie de la tierra y formando grandes cantidades de material de desecho, sino que se contamina el aire, el agua, produciendo un grave impacto sobre la flora y fauna local.

 

                                                 Crédito de imagen: Geo innova

 Un ejemplo de esto, es el salar de Punta Negra, ubicado a 170 kilómetros al sureste de Antofagasta y tiene una superficie de 250 kilómetros cuadrados, que alberga una delicada y única riqueza de biodiversidad, cuya  fauna incluye, entre otros, distintas especies de flamencos, patos, aguiluchos, halcones, tórtolas, lechuzas, perdicitas, zorros, vicuñas, roedores de distintas especies, lagartijas e insectos. Este Salar se vio afectado por la acción minera. 

                                                Crédito de imagen: Fundación Terram 

En cuanto a la acción de las empresas forestales, tenemos por ejemplo, la eliminación de vegetación nativa para establecimiento de cultivos de paltos en la localidad de La Ligua.

 


                                           Crédito de imagen: Ciencia en Chile. 




Fuentes.

Ciencia en Chile. https://www.cienciaenchile.cl/

Fundación Terram  https://www.terram.cl/

Ministerio del Medio Ambiente, Chile.     https://mma.gob.cl/


 

MULTILATERALISMO: ¿UN MAL NECESARIO? 🤔🤔🤔🤔👁‍🗨

 

Actualmente la lucha contra el cambio climático, principal reto a nivel planetario, implica desafíos para toda la humanidad, siendo el multilateralismo  una de las formas de afrontar en conjunto esta tarea.  Sin embargo, los multilateralismos ¿son útiles o es puro greenwashing?

Zambrano (2013), argumenta que desde  las últimas décadas no  estamos en presencia de lo que es un verdadero multilateralismo, sino  que  es un unilateralismo disfrazado de multiplural; en donde los países considerados como potencias,  han  enfatizado los asuntos de interés internacional  a partir de sus propios intereses nacionales particulares, mediante el proceso de coaliciones, sin espacio a una plena participación de todos los miembros de la comunidad internacional.

Sanahuja y Serbin (2021), indican que  en los últimos años  la crisis del multilateralismo se ha expresado con más fuerza,  a causa de la puesta en duda por parte de nuevos liderazgos iliberales, ultranacionalistas y neopatriotas de las normas y regímenes que regulan el orden internacional, tratando de impugnarse, por ejemplo, los Acuerdos de Paris sobre el clima y las recomendaciones y gobernanza de la Organización Mundial de la Salud, entre otras.

Aunque el multilateralismo tenga sus beneficios en la  reducción de costos de transacción para los países y provea de  bienes públicos internacionales, destaca como una vía poco democrática y elitista que limita la  participación de ciudadanos, entre otros aspectos.

Eventos como la COP 26 dejan en evidencia, por ejemplo, que acuerdos tomados más de 100 países, encabezados  por EEUU y la Unión Europea, a fin de  reducir las emisiones de metano en un 30%  al año 2030,  es solo un convenio no vinculante que dependerá de la buena voluntad de los países y deja fuera la ganadería industrial, responsable del 40% de las emisiones de metano a escala global.

Entonces, podemos hablar de ¿greenwashing?


                                                  Crédito de imagen: Diario responsable. 

Cada vez que se realizan  eventos como la COP 26, las grandes potencias se presentan sin cumplir con sus compromisos y aumentando las emisiones de CO2 y se presentan pabellones al servicio de las grandes multinacionales para lavar su imagen  verde.

Otro ejemplo, es que los gobiernos firmantes de un acuerdo, dentro de la misma COP 26, se comprometían a dejar de talar árboles en todas las áreas protegidas el año 2030, a interpretación propia, en estos 10 años que no abarca el acuerdo, arrasarán con lo que puedan. 

A pesar de lo dicho, los países, en especial los de América del Sur, reconocen que sin esta cooperación entre las naciones,  su capacidad individual para conseguir sus propias políticas  sobre el control del calentamiento global sería  casi imposible de alcanzar. Esto pone en  evidencia que los multilateralismos deben sufrir de una reestructuración profunda y, dejar de ser un lavado de imagen.

 



Fuentes:

Sanahuja, J.A., Serbin, A. (2021). ¿Un orden basado en normas? América Latina y la contestación al multilateralismo. Pensamiento Propio 53, pp. 304-306.

Zambrano Jáuregui, C. (2013). El multilateralismo actual: crisis y desafíos. Revista de relaciones internacionales, estrategia y seguridad8(1), 45-60.

https://www.publico.es/sociedad/cop26-negociaciones-glasgow-avanzan-lentas-cumbre-marcada-restricciones-greenwashing.html/amp

 

 

 

 


EL QUIJOTESCO MOVIMIENTO HALF-EARTH. 🌏🌏🌏🌏🤔

 

Actualmente  estamos inmersos en una gran crisis medioambiental planetaria y se plantean medidas para afrontarla; entre estas  medidas encontramos la propuesta del biólogo  E.O. Wilson, quien en su libro “Half-Earth: Our Planet's Fight for Life”  propone salvar la Tierra,  dedicando  la mitad de su superficie a la naturaleza.  Su teoría  resurgió con el movimiento Half-Earth (Mitad de la Tierra) que se describe como un llamado a proteger la mitad de la tierra y la mitad del mar con el fin de gestionar suficiente hábitat para garantizar la salud a largo plazo de nuestro planeta. Plantean si se protege la mitad de la Tierra, la fracción de especies protegidas será del 85%.

El proyecto Mitad de la  Tierra tiene asociados los programas:

  • Ø  El mapa del proyecto Half-Earth
  • Ø  Inventario de Biodiversidad Global
  • Ø  Programa de embajadores de educadores
  • Ø  El Programa de Cátedras y Académicos de Half-Earth
  • Ø  Día de la Media Tierra 

 El Proyecto Half-Earth  busca:

  1. Impulsar la investigación para comprender mejor las especies de nuestro planeta y sus interacciones dentro de los ecosistemas.
  2. Brindar liderazgo en la gestión de la conservación al mapear las especies de nuestro planeta e identificar dónde tenemos la mejor oportunidad para proteger la mayoría de las especies.
  3. Involucrar a personas de todo el mundo para que participen en el cuidado de nuestro planeta y lograr el objetivo de Half-Earth.


Crédito de imagen: Fundación E.O Wilson

 

Pero ¿Qué mitad?

Se trabaja en un mapa global que permita conocer  la ubicación geoespacial y la distribución de las especies de nuestro planeta para impulsar la toma de decisiones sobre dónde  está la mejor oportunidad de proteger a la mayoría de las especies.

Si analizamos este proyecto, no es realista. Es inviable con la cantidad de seres humanos que habitan el planeta poder dejar una mitad solo para la Naturaleza; mientras se salva una mitad, la otra colapsaría.  Si actualmente existen personas que no tienen vivienda, escapan de sus países, existe desigualdad, discriminación, pobreza, escasez de recursos; es totalmente utópico.

Otro punto a criticar, es la fecha en la cual el proyecto ya debe ser una realidad, el año 2050; proyectos de una escala mucho menor están propuestos para un tiempo similar.  Además, es impensable conseguir un financiamiento así; la pobreza y desigualdad en condiciones donde el dinero destinado a la protección del medio ambiente es restringido, no permite análisis para realizar una inversión de mayor envergadura. 

Lo que sí hay que aclarar, es que la mitad de la Tierra no se refiere a que se divida en dos, sino que corresponden a zonas con alta concentración y diversidad de especies, que corresponden al 50% de la superficie terrestre.


 

                                        Crédito de imagen: Fundación E.O Wilson

Sin embargo, no todo es malo. Si vemos los programas que incluye este proyecto, son bastante interesantes; por ejemplo, el mapa a escala mundial con los puntos donde se concentra la mayor densidad de especies, es muy relevante para su protección y preservación.

El inventario de biodiversidad global, también es una muy buena iniciativa, así como el programa de Educación.




 Fuentes:

Descubre la Mitad de la Tierra. https://eowilsonfoundation.org/half-earth-project/

Fundación E.O. Wilson. https://www.half-earthproject.org/discover-half-earth/

                                                          




LA SEXTA EXTINCIÓN

 

A lo largo del pasado geológico de nuestro planeta, hace millones de años (Ma), se han producido cinco extinciones masivas, las que Rodríguez (2018) describe como:

1) Extinción del Período Ordovícico, hace 440 Ma, originada  por un cambio climático que ocasionó  una fluctuación drástica del nivel del mar. Se perdieron  el 25 % de las familias de especies que existían.

2) Extinción del Período Devónico, hace 370 Ma, originada por un calentamiento global y  pérdida de oxígeno del agua marina. Se perdieron  el 19 % de las familias de especies que existían.

 3) Extinción del Período Pérmico, hace 250 Ma, se produjo a causa de la conjunción de un cambio climático junto a los movimientos de placas tectónicas. Se perdió el 54 % de las familias de especies existentes.

4) Extinción del Período Triásico, hace 210 Ma, se produjo a causa de actividad volcánica y el calentamiento global. Se perdió el 23 % de las familias de especies existentes.

 5) Extinción del Período Cretácico, hace 65  Ma,  se produjo a causa del impacto de un meteorito sobre la corteza terrestre. Se  perdieron el 17 % de las familias de especies existentes; fue en este periodo donde desaparecieron los dinosaurios; sin embargo,  sobrevivieron los mamíferos.


                                            Crédito de imagen: National Geographic 

Actualmente ¿nos encontramos frente a la sexta extinción masiva?

Ceballos & Ortega-Baes  (2011) en Rodríguez  (2018) aseguran  que en base a extrapolaciones se estima que la biodiversidad actual alcanzaría en torno a los 30 millones de especies y  la tasa de pérdida actual de biodiversidad es del orden de 30.000 especies al año, consolidando la hipótesis de estar frente  la sexta extinción masiva de la historia del planeta.

Mientras, estudios publicados entre los años 2019 a 2021, en donde los cálculos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC),  reflejan que el límite de emisión de carbono atmosférico  corresponde a unas 300 gigatoneladas y, que cuando se sobrepasan estos niveles,  los efectos en la Biosfera a causa  del calentamiento global son desastrosos  e irreversibles a escala humana. Se espera que para 2100  se agreguen a los océanos 500 gigatoneladas.

Así mismo, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN, 2021)  reporta que cada 20 minutos desaparece una especie de animal o vegetal en el planeta, alcanzando ratios de desaparición de más de 26.000 especies anuales en los últimos 15 años.


                                                       Crédito de imagen: National Geographic 

¿Qué diferencia a la sexta extinción de las previas que han ocurrido a lo largo de la historia de la Tierra? 

Desde la primera a la quinta extinción las causas que las provocaban eran naturales; no obstante, la  principal causa de la sexta extinción es antrópica.  Sí, el ser humano es la causa principal de esta extinción. En este sentido, para Molina (2008) la sexta extinción en masa durante  el Cuaternario más reciente, ha sido sin lugar a duda desencadenada por la enorme proliferación humana. Diez años después, Rodríguez (2018)  sigue afirmando que la causa de la sexta extinción es la actividad humana.

Pero, para ir más allá, ecólogos evolutivos del Museo Británico, afirman que  la sexta  extinción estará relacionada con la alteración del ciclo del carbono. El carbono, elemento esencial para la vida,  representa entre el 45%  y el 50% de la biomasa del planeta;  se mantiene en un   equilibrio entre  la cantidad de carbono  producido por las plantas y  el carbono que se recicla en los océanos, si este equilibrio se rompe traerá consecuencias con un efecto dominó.

Durante su ciclo, el carbono se intercambia entre la atmósfera y los niveles superiores del océano; sin embargo, si hay  demasiado carbono puede superar los mecanismos de amortiguación del océano y desequilibrar el ciclo. En realidad los verdaderos pulmones del planeta son los océanos, dado que son los responsables de generar el 54% del oxígeno terrestre y captar gran parte del CO2 que está en exceso en la atmosfera producido por la actividad humana.

 

                                                      Crédito de imagen: sport.es 



Fuentes:

Molina, E. (2008). La Vida en el Terciario. Del Impacto del meteorito al origen del hombre.  Arcega, C., Lahoz. J. (coords.) IFC 2008 p. 187-203.

Real Academia Europea de Doctores. https://raed.academy/el-silencio-de-la-sexta-extincion-masiva/

Rodríguez  Sousa, D. (2018). CIENCIA Y DIVULGACIÓN SOBRE LA SEXTA  EXTINCIÓN MASIVA DE BIODIVERSIDAD, ¿ES  REALMENTE EL CAMBIO CLIMÁTICO EL PRINCIPAL  RESPONSABLE? En R. Fernández-Reyes, D. Rodrigo-Cano (Ed.), La comunicación de la mitigación y la adaptación al Cambio Climático (pp. 177-204). Sevilla: Egregius

 









¿LA NATURALEZA TIENE VALOR O UN VALOR $? 🤑🤑🤑🤑

 

El agua, la producción de alimentos, la protección de la biodiversidad, el aire y el almacenamiento de carbono son solo algunos de los beneficios ecológicos que recibimos de la Naturaleza.  Debemos valorarlos y cuidarlos, pero ¿ese valor debe ser monetario?

Los servicios ecosistémicos son entendidos como los beneficios que las personas obtenemos desde los ecosistemas, los cuales se clasifican en servicios de provisión (comida y agua), servicios de regulación  (inundaciones, sequías), servicios de soporte (ciclo de los nutrientes) y servicios culturales (uso recreativo).

Los pagos por servicios ambientales (PSA) siguen el principio del “beneficiario-pagador”, que  no es más que pagar por los “servicios” ecosistémicos que nos da la Naturaleza, según lo establecido por los esquemas de mercado, tales como el  financiamiento público a privados, mercados con transacción de servicios ecosistémicos  y  tratos entre privados.

Según Pascual et al. (2014), corresponde a “Una transferencia de recursos entre actores sociales, por la cual el objetivo es crear incentivos para alinear las decisiones sobre el uso de la tierra individual y/o colectiva con el interés social de manejo de los recursos naturales”.


                                                 Crédito de imagen: Fundación FORECOS


Un ejemplo, en Chile,  son los servicios ecosistémicos de los bosques nativos del sur de chile, prestados por la Fundación FORECOS. (Extracto tomado de: https://forecos.cl/temas/servicios-ecosistemicos/)

 

 

 

 

SERVICIOS ECOSISTÉMICOS DE LOS BOSQUES NATIVOS DEL SUR DE CHILE

Las investigaciones de la fundación FORECOS han demostrado que:

  • ·         Un 10% más de bosque nativo aumentan los caudales anuales y de verano en un 5,7% y 14,1% respectivamente (1).
  • ·         El aumento de las plantaciones forestales de pino y eucaliptus en reemplazo del bosque nativo ha demostrado ser el factor responsable en la disminución de los caudales de verano en más de un 30% cuando se aísla el efecto de la variabilidad de las precipitaciones.
  • ·         la relación entre bosque nativo y las oportunidades de pesca recreativa, determinando que la abundancia de peces aumenta al aumentar la superficie cubierta de bosque nativo.
  • ·         La importancia de las zonas de vegetación ribereña nativa alrededor de los cursos de agua en cuencas con plantaciones para reducir el impacto de las plantaciones en los caudales, ya que por cada metro de bosques nativos ribereños los caudales aumentan en un 1,4%.
  • ·         Las opciones de recuperar servicios ecosistémicos mediante la restauración ecológica, donde experiencias recientes de tala de plantaciones adultas las cuales fueron re-plantadas con especies nativas, demostraron un aumento en los caudales en los primero años.  Luego de la re-conversión de plantaciones a bosque nativo, se registró un aumento de un 100% y un 180% en la cantidad de agua anual y de la estación seca respectivamente.

La importancia de las cuencas de bosque nativo para la provisión de agua de las comunidades rurales que dependen de los programas de Agua Potable Rural (APR). Además las experiencias lideradas por el Programa Innova cuencas de la UACh y FORECOS han demostrado la posibilidad de implementar programas de pago por servicios ecosistémicos a través de los APR de manera de conservar y restaurar las cuencas proveedoras de agua.

Para ello contamos con una red de 10 estaciones de monitoreo hidrológico a lo largo de la región de Los Ríos, asociados a otras instituciones como The Nature Conservancy  la Universidad Austral de Chile y más recientemente el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 y el Instituto Forestal INFOR.

Ahora bien ¿me ha parecido un éxito?  

Partiendo desde la base que no estoy de acuerdo con el pago por servicios ecosistémicos; si existiese una adecuada legislación y regulación de la actividad antrópica que daña el ecosistema, como por ejemplo las industrias forestales, mineras, agricultura a gran escala, etc., no se debiese llegar a pagar por el daño que en su mayoría ellos causan.

 

Es ilógico, que después se les pague por planes de mitigación, para que sigan lucrando. La Fundación FORECOS señala que “El aumento de las plantaciones forestales de pino y eucaliptus en reemplazo del bosque nativo ha demostrado ser el factor responsable en la disminución de los caudales de verano en más de un 30% cuando se aísla el efecto de la variabilidad de las precipitaciones” y luego, ellos según este sistema, pueden acceder como privados a incentivos económicos para reforestar.

Otra arista es que el monetizar  el valor de la conservación ambiental, constituye en sí una amenaza la sostenibilidad ambiental, ya que a pesar de que una empresa deteriore el medioambiente, este sigue rentable y “se puede recuperar”; por tanto, no existe problema con la actividad extractivista.

Es una muy mala señal a la población en general; conociendo el panorama actual del cambio climático, ya que se hace ver la conservación como un medio para producir ingresos y no como un fin en sí mismo. Además, podría llegar a privatizar los recursos naturales.

Puntualmente, el proyecto ejemplificado, muestra resultados alentadores, no tendría que haberse llegado a reforestar con especies nativas donde no tendrían que haber existido pinos.

 

 

Fuentes.

Pascual, U., Phelps, J., Garmendia, E., Brown, K., Corbera, E., Martin, A., Gómez-Baggethun, E., & Murundian, R. (2014). Social equity matters in payments for ecosystem services. BioScience, 64(11), 1027-1036. http://doi.org/10.1093/biosci/biu146

Fundación FORECOS: https://forecos.cl/temas/servicios-ecosistemicos/


martes, 19 de julio de 2022

Trayectorias Socioeconómicas Compartidas (SSP): el futuro del cambio climático y social. 🤯👁‍🗨

 

Las Trayectorias Socioeconómicas Compartidas, SSP, (por sus siglas en inglés), según Escoto et al. (2017),  incorporan dimensiones relacionadas con el  cambio social esperado que podrían afectar tanto a los niveles de emisiones como a la adaptación al cambio climático. Especifican  futuros alternativos de desarrollo socioeconómico y cómo podría evolucionar el mundo en las décadas futuras y los desafíos para llevar a cabo  los cambios para la mitigación y la adaptación.

Existen cinco SSP, siendo la SSP1, “sostenibilidad”, la más esperanzadora y el SSP5 el escenario más catastrófico. Sin embargo ¿Cuál de los escenarios creo que es el más plausible? ¿Por qué? A mi parecer, el escenario más plausible es el escenario SSP4; este corresponde a  la trayectoria de la  “Desigualdad” (un camino dividido).

                                      Crédito de imagen: Repositorio Universidad de Chile.

Comenzaré por comentar en qué consiste la trayectoria SSP4. En esta trayectoria, es posible imaginar un mundo muy desigual, tanto dentro como entre los países,  donde existe un pequeño grupo, la elite, responsable de la mayoría de las emisiones, mientras un grupo mayoritario,  los pobres, que  contribuyen poco a las emisiones,  es en última instancia  el más vulnerable al impacto del cambio climático.  La alta desigualdad dentro y a través de los países  lleva a  conflictos sociales, entre otros aspectos.  

Para profundizar en el tema, te recomiendo visitar:https://es.wikipedia.org/wiki/Trayectorias_socioecon%C3%B3micas_compartidas

 

He optado por esta trayectoria, dado que  estamos viviendo en un mundo claramente marcado por la desigualdad y, desde los Estados, no se realizan acciones en el presente, ni creo, por la naturaleza humana, se realicen a futuro. Las inundaciones e incendios recientes,  la devastación de regiones y  la muerte de muchas personas  no ocurren por sorpresa, sino que confirman lo que vienen anunciando los científicos desde hace décadas; sin embargo, los cambios necesarios para enfrentar esta crisis no son ni serán efectuados por todos, siempre habrá una elite que queda al margen y, continua contribuyendo al cambio climático con sus negocios.  

Extrapolando a futuro, bajo este escenario, no existe una “adaptación al cambio climático”, donde corresponde tomar  y planificar medidas destinadas a adecuarse a la evolución del clima; debiendo existir un proceso de adecuación tanto frente clima como a sus efectos, de esta manera se limitan  todo tipo de daños.

Es en este contexto, que una vez más, se puede pensar en un mundo reactivo frente a los eventos climáticos, los cuales son atendidos una vez que ocurren. Sin ir más lejos, vivimos actualmente inundaciones e incendios producto de inviernos y veranos cada vez más crudos ¿y qué esperamos? Que el próximo año ocurra lo mismo y, esto continúe en el tiempo, ya que no existen políticas socioecológicas que cumplan con esta adaptación ni mitigación frente al cambio climático.

Desde otra perspectiva, el escenario seguirá siendo: calentamiento global, pérdida de biodiversidad, acidificación de los océanos y el cambio de usos de la tierra mediante la deforestación, la inyección de nitrógeno y fósforo en la biosfera y la atmósfera. Cada vez más el “desarrollo” irá  por sobre el medio ambiente y la calidad de vida de las personas.

El abaratar costos y aumentar las ganancias de los empresarios continuará favoreciendo la utilización de combustibles fósiles, dado que seguirá siendo mucho el capital que se seguirá invirtiendo. En contraposición, las energías más limpias implican un mayor coste y pérdida de la inversión realizada, no solamente por el sector privado, sino que también inversión del sector público.

Espero, proyectando las condiciones actuales, que la demanda de electricidad mantenga  su tendencia al alza, ya que,  a pesar que las energías renovables, como por ejemplo, la eólica y la solar crecerán rápidamente, no habrá la  suficiente capacidad para satisfacer la demanda de energía sin recurrir a combustibles fósiles. Por otra parte, no todos los países tendrán el mismo capital económico ni tecnológico; por tanto, los países desarrollados podrán asegurar a parte de su población el acceso a la energía limpia; asimismo, el resto de los países debe seguir funcionando con energía asociada a combustibles fósiles.

Las políticas medioambientales se centrarán  en los problemas locales de las zonas de ingresos medios y altos, en donde, por ejemplo, las  plantaciones industriales entran en competencia con la producción de alimentos y en consecuencia, agravarán el hambre. Otro factor a considerar que aumentará esta brecha es que la Naturaleza, mediante  los llamados “servicios del ecosistema” pasará de lleno  a ser  activos del sector más rico, enmascarados en “productos sustentables”.

Lo anterior, se reflejará en un incremento de la distribución desigual de tierras y, por tanto, el empobrecimiento (que además implica el acceso al agua y alimento) y desplazamiento de poblaciones más pobres a las grandes urbes.  

Con este desplazamiento a las ciudades, se verá  colapsada su capacidad de carga, las autoridades deberán cambiar el uso del suelo, aumentando el cemento y, disminuyendo las áreas verdes. Entonces, la sobrepoblación de las ciudades, la pobreza, déficit en Educación y Salud, hará que el descontento aumente en varias urbes, tal cual está comenzando a suceder actualmente en algunos países.

La promesa del “desarrollo sostenible” seguirá siendo una promesa, seguirán existiendo sectores que lo tienen todo y otros que no tienen nada. Sectores que solo pueden acceder a ser mano de obra; países que no pueden aumentar su gasto en políticas sociales, ni menos invertir en tecnología.

 

 


domingo, 17 de julio de 2022

DENDROCLIMATOLOGÍA: EL PASADO Y PRESENTE EN UN ÁRBOL. 🌳🌴🌲⛈⛅🌤🌪🌫🌦

 

Entre las técnicas  utilizadas en Paleoclimatología, he seleccionado la Dendroclimatología. Esta disciplina es el estudio de los anillos de árboles, para reconstruir el clima pasado; las variaciones que sufren los anillos de los árboles son fuentes importantes de información cronológica y climática.  

Además, esta técnica permite estudiar trastornos en el crecimiento en los árboles. Por ejemplo, cuando el tronco de un árbol es inclinado por un agente externo, el árbol responde produciendo una compresión o expansión de la madera en su parte baja, para restaurar el eje de crecimiento; permitiendo conocer fechas de avalanchas, huracanes, receso de glaciares, entre otras.

¿En qué consiste?

En primer término, los anillos de crecimiento corresponden a tejido vascular  (conductor)  llamado  xilema; cuya función es conducir  agua y solutos (savia cruda) desde la región de absorción (raíz) a la de evaporación (hojas). Este tejido, es producido durante un período de crecimiento, formando una capa cilíndrica, que en corte transversal se llama anillo de crecimiento, por su forma característica.


                                                     Crédito de imagen: AstroAficion

Como se observa en la imagen, al centro, se encuentra la primera capa formada desde su primer año de crecimiento, hacia afuera se van formando las nuevas capas, siendo la más externa la última en formarse.  Para árboles que habitan en zonas con clima estacional, se genera un anillo cada año.

Un año, equivale a un anillo de crecimiento. Pero, estos anillos nos aportan además información de las condiciones en las que han vivido el árbol.

En cada anillo podemos identificar dos zonas diferenciadas:

  • Zona ancha y clara: correspondiente con el crecimiento de primavera/principios de verano, cuando los nutrientes son mayores y el árbol se desarrolla más.
  • Zona estrecha y oscura: formada con el crecimiento de finales de verano y el final del crecimiento de ese año.  Es oscura y  tiene  poco grosor por una menor disponibilidad de agua y nutrientes.

El tamaño de los anillos de unos años a otros cambia en función de si fueron años lluviosos y  cálidos (anillos anchos) o si hubo sequías y frío (anillos angostos). 


¿Esta técnica es nociva para el árbol?

Actualmente no es necesario talar un árbol para estudiar el clima ni su edad, ya que se utiliza un instrumento llamado barrena Pressler, la cual se introduce  en el árbol y  va generando un testigo cilíndrico que queda dentro de la propia barrena, el pequeño orificio que queda en el tronco es cubierto  con cera para evitar la acción de bacterias e insectos.


                                                  Crédito de imagen: Geología desde Ávila

¿Qué resolución nos da y cuál es su fiabilidad?

Primero, aclaramos el término “resolución”, el cual corresponde a la capacidad de  resolver escalas temporales que nos interesen. La  Dendrocronología satisface los requerimientos para realizar reconstrucciones  de alta resolución temporal (anual o decadal) y datación hasta 10.000 años.

También se puede realizar un estudio de los anillos interanualmente.  Esta técnica permite estimar no solo  la fecha de ocurrencia de eventos ambientales, sino que también permite conocer la edad mínima del sustrato en el cual el árbol crece y, datar algún evento en el cual el crecimiento del árbol ha sido interrumpido.


Técnica

indicador

datación

Rango temporal

Variables reconstruidas


  
Adaptado de  Moreno et al. (2017).

¿Y  cómo se ha podido datar hasta 10.000 años de antigüedad con los anillos de los árboles?

Se necesita un registro de madera lo más continuo posible, comenzando desde testigos de árboles vivos; se van haciendo  coincidir los anillos de los primeros años de vida de los árboles de una zona con los últimos años registrados en madera arqueológica, obtenida de árboles de la  zona en cuestión (pueden ser utensilios, puentes e iglesias).

Se van solapando códigos que forman los anillos de los árboles en maderas cada vez más antiguas, pudiéndose complementar con restos de troncos conservados en sedimentos de dunas o de lagunas.

La fiabilidad de esta técnica, está dada por una adecuada distribución espacial de datos que otorgan los árboles,  lo que permite una reconstrucción de gran escala. Además,  se puede obtener una amplia información, ya que el ancho medio de un anillo depende de muchas variables como la especie, edad del árbol, disponibilidad de nutrientes, y un conjunto de factores climáticos (temperatura, precipitación, radiación solar, velocidad del viento, humedad)  y conocer la distribución de eventos durante el año.


En conclusión, los árboles son verdaderos almacenes de las huellas del pasado y del presente, que queda escrita en sus anillos de crecimiento y permite el estudio del clima.





Fuentes:

Jacques, M., Montes, C. Reconstrucciones paleoclimáticas. Programa de Magíster en Meteorología y Climatología. Departamento de Geofísica, Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, Universidad de Chile.  Revisado de: https://www.u-cursos.cl/ingenieria/2007/1/GF793/1/material_docente/bajar?id_material=136908

Moreno, A., Colmenero, E., Morellón, M., Valero, B., Mata, P. (2017). Descifrando el clima de los últimos 2,58 ma. ¿Cómo, dónde y por qué? Registros continentales y marinos.  Enseñanza de las Ciencias de la Tierra,  25(1), 14-27.

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