El humano un ser
imperfecto y creador ¿puede enfrentarse éticamente
a la producción y uso de nuevas formas
de tecnología? En esta entrada de blog se analizan algunos alcances éticos de
la inteligencia artificial y cómo está
afectando al ser humano.
Actualmente vivimos
en un mundo inmerso en la tecnología,
nos rodean sistemas capaces de recabar y predecir información, de
identificarnos e individualizarnos entre otras cosas. Creaciones que eran solo
parte de películas de ficción, robots, autos que se conducen “solos”, máquinas
que hablan.
Pero ¿Cuáles son
los límites éticos de la IA? Valverde (2021) señala al respecto que al
ampliarse las aplicaciones de las
tecnologías de IA, por ejemplo
evaluar estudiantes, seleccionar personas para empleos, utilización en
seguridad (reconocimiento facial, biometría, cruce de datos) se está entregando a una máquina la responsabilidad de
decidir, lo cual nos enfrenta a dilema
ético ya que las decisiones que debe tomar una maquina afectan tanto la libertad y la vida de las personas.
Coloquémonos en el siguiente escenario, el mejor empleado de una empresa (bien
calificado por años y reconocido por sus capacidades) se enfrenta a una evaluación que utiliza IA y el empleado es mal calificado y por
tanto debe ser despedido. ¿Es ético despedir a esta persona? ¿Puede una máquina
tomar decisiones aplicando la ética?
En el caso
expuesto, queda patente que las máquinas no pueden decidir como un ser humano,
pues no tienen la capacidad de extrapolar y de aplicar criterios de bien y mal
(son amorales); además, el decidir implica tomar decisiones bajo diversos parámetros como
el emocional. Una maquina solo aplica el algoritmo diseñado; no obstante, no es capaz de “evaluar”;
el evaluar implica un criterio de valor.
Al respecto, González y Martínez (2020) reafirman que los sistemas de inteligencia artificial, como sistemas amorales, asumen la naturaleza de sus creadores; no será la tecnología en sí la que dominará el mundo o acabarán con el planeta, sino que las armas y los sistemas autónomos e inteligentes son programados por el ser humano.
Valverde (2021) amplia esta discusión, recalcando que la IA al incluir varios enfoques y técnicas, como machine learning, machine reasoning,, robótica y la integración de todas las demás técnicas en los sistemas ciberfísicos, hace que los problemas éticos puedan diferenciarse entre:
1) 1) La inteligencia superior o superinteligencia (tipo de inteligencia que supera a la humana, de modo que las máquinas pueden sustituir al hombre). En este punto se habla de propuestas transhumanistas y posthumanistas. ¿Estas máquinas debiesen tener un sistema de valores propios según su actuar, dado su inteligencia superior? En este punto me detengo, ya que si pensamos, una máquina para poder tener su propio sistema de valores debe desarrollar una red neuronal que le permita tener las mismas facultades que los humanos, llegar a desarrollar un sistema que le permita interactuar con su entorno y adaptarse a él.
2) Inteligencia general
(puede resolver problemas generales); sin embargo, una máquina no conoce el
significado de los símbolos que maneja. Para la autora resulta improbable este
tipo de IA sin un cuerpo, ya que las máquinas carecen del conocimiento de
sentido común que es posible por nuestras vivencias corporales porque
simularían intencionalidad, emociones, valores y sentido común, pero no dejaría
de ser una simulación, pero las maquinas solo “harían como si” sintieran.
3) Inteligencia especial, es la propia de sistemas inteligentes capaces de realizar tareas concretas de forma muy superior a la inteligencia humana, ya que cuentan con una gran cantidad de datos y algoritmos sofisticados. Es así, que la maquinas han resuelto una gran cantidad de problemas gracias a su algoritmo, como por ejemplo en el sector de la salud (analizan los síntomas de un paciente, hacen un diagnóstico y proponen un tratamiento), en predicción climatológica, productividad y eficiencia empresarial, reconocer voces humanas y leer textos; además de la búsqueda sistemática de un patrón en un amplio registro histórico conocido como minería de datos (data mining), el cual se utiliza de forma rutinaria en investigación científica y en el mundo de los negocios.
¿Podrán las
máquinas reemplazar a los humanos? Bien es sabido que los cambios tecnológicos son acompañados de
profundos cambios sociales. González y Martínez (2020) señalan al respecto
que estos cambios se han traducido en la desaparición de puestos de
trabajo. Estudios estiman que entre el
21% y el 38% del empleo en los países desarrollados podría desaparecer debido a
la digitalización y la automatización de la economía. No obstante, hay empleos
que necesitan de habilidades blandas, la cual hasta el momento no poseen las
máquinas.
Otro aspecto a
destacar, es que la introducción de la IA en diversos ámbitos ha transformado
las relaciones humanas, lo notamos en el uso prolongado de pantallas, los
dispositivos móviles y las RRSS las
cuales han influido notablemente en nuestras habilidades cognitivas,
estabilidad emocional y salud física y
la pérdida de habilidades personales (González y Muñoz 2020); además, han
influido negativamente en el pensamiento divergente de los seres humanos,
quienes se alejan cada vez más de la complejidad.
Marín et al. (2019)
sugiere los siguientes principios
éticos:
1. Respeto de la
autonomía humana
2. Transparencia
3. Responsabilidad
y rendición de cuentas
4. Robustez y
seguridad
Créditos de imagen: https://www.agenciasinc.es%2FReportajes%2FPor-que-deberia-preocuparte-la-etica-de-la-inteligencia-artificial&psig=AOvVaw3ApOEz9xSJTz8yu91tjwAS&ust=1646695090760000&source=images&cd=vfe&ved=2ahUKEwjHkeOwz7L2AhUWMrkGHSuZDSAQr4kDegUIARC5AQ
La IA ha demostrado ser beneficiosa para sistema sanitarios, las empresas, los consumidores, los
investigadores, etc.; es por esta razón que es esperable que los avances y
desarrollos próximos consideren una actitud prudente al momento de a diseñar y
emplear la IA apuntando a que sea más
justa, inclusiva y responsable, no nos olvidemos que están creadas por seres
imperfectos.
Para saber más: https://elpais.com/retina/2019/02/25/tendencias/1551089772_654032.html
González, M., Martínez, D. (2020). Dilemas éticos en el escenario de la
inteligencia Artificial. Economía y Sociedad,
25 (57), 1-17
DOI: https://doi.org/10.15359/eys.25-57.5
Marín, S. (2019). Ética e inteligencia Artificial.
Cuaderno nº 42 - Cuadernos de la Cátedra CaixaBank de Responsabilidad Social Corporativa
DOI: https://dx.doi.org/10.15581/018.ST-522
Valverde, N. (2021). Inteligencia artificial y
nuevas éticas de la convivencia. ARBOR
Ciencia, Pensamiento y Cultura 197 (800) Abril-Junio, 2021, a599