Entre las técnicas
utilizadas en Paleoclimatología,
he seleccionado la Dendroclimatología.
Esta disciplina es el estudio de los anillos de árboles, para reconstruir el
clima pasado; las variaciones que sufren los anillos de los árboles son fuentes
importantes de información cronológica y climática.
Además, esta técnica permite estudiar trastornos en el crecimiento en los árboles. Por ejemplo, cuando el tronco de un árbol es inclinado por un agente externo, el árbol responde produciendo una compresión o expansión de la madera en su parte baja, para restaurar el eje de crecimiento; permitiendo conocer fechas de avalanchas, huracanes, receso de glaciares, entre otras.
¿En qué
consiste?
En primer
término, los anillos de crecimiento corresponden a tejido vascular (conductor)
llamado xilema; cuya función es conducir agua y solutos (savia cruda) desde la región de absorción (raíz) a la de
evaporación (hojas). Este tejido, es producido durante un período de crecimiento, formando una capa cilíndrica, que en corte transversal se llama anillo de crecimiento, por su forma característica.
Crédito de
imagen: AstroAficion
Como se observa en la imagen, al centro, se encuentra la primera capa formada desde su primer año de crecimiento, hacia afuera se van formando las nuevas capas, siendo la más externa la última en formarse. Para árboles que habitan en zonas con clima estacional, se genera un anillo cada año.
Un año,
equivale a un anillo de crecimiento. Pero, estos anillos nos aportan además información
de las condiciones en las que han vivido el árbol.
En cada anillo
podemos identificar dos zonas diferenciadas:
- Zona ancha y clara: correspondiente con el crecimiento de primavera/principios de verano, cuando los nutrientes son mayores y el árbol se desarrolla más.
- Zona estrecha y oscura: formada con el crecimiento de finales de verano y el final del crecimiento de ese año. Es oscura y tiene poco grosor por una menor disponibilidad de agua y nutrientes.
El tamaño de los anillos de unos años a otros cambia en función de si fueron años lluviosos y cálidos (anillos anchos) o si hubo sequías y frío (anillos angostos).
¿Esta técnica
es nociva para el árbol?
Actualmente no
es necesario talar un árbol para estudiar el clima ni su edad, ya que se
utiliza un instrumento llamado barrena Pressler, la cual se introduce en el árbol y va generando un testigo cilíndrico que queda
dentro de la propia barrena, el pequeño orificio que queda en el tronco es
cubierto con cera para evitar la acción de
bacterias e insectos.
Crédito de imagen: Geología desde Ávila
¿Qué resolución nos da y cuál es su fiabilidad?
Primero,
aclaramos el término “resolución”, el cual corresponde a la capacidad de resolver escalas temporales que nos
interesen. La Dendrocronología satisface
los requerimientos para realizar reconstrucciones de alta resolución temporal (anual o decadal)
y datación hasta 10.000 años.
También se
puede realizar un estudio de los anillos interanualmente. Esta técnica permite estimar no solo la fecha de ocurrencia de eventos ambientales,
sino que también permite conocer la edad mínima del sustrato en el cual el
árbol crece y, datar algún evento en el cual el crecimiento del árbol ha sido
interrumpido.
Técnica |
indicador |
datación |
Rango temporal |
Variables reconstruidas |
¿Y cómo se ha podido datar hasta 10.000 años de
antigüedad con los anillos de los árboles?
Se necesita un
registro de madera lo más continuo posible, comenzando desde testigos de
árboles vivos; se van haciendo coincidir
los anillos de los primeros años de vida de los árboles de una zona con los
últimos años registrados en madera arqueológica, obtenida de árboles de la zona en cuestión (pueden ser utensilios, puentes
e iglesias).
Se van solapando
códigos que forman los anillos de los árboles en maderas cada vez más antiguas,
pudiéndose complementar con restos de troncos conservados en sedimentos de
dunas o de lagunas.
La fiabilidad
de esta técnica, está dada por una adecuada distribución espacial de datos que
otorgan los árboles, lo que permite una reconstrucción
de gran escala. Además, se puede obtener
una amplia información, ya que el ancho medio de un anillo depende de muchas
variables como la especie, edad del árbol, disponibilidad de nutrientes, y un
conjunto de factores climáticos (temperatura, precipitación, radiación solar,
velocidad del viento, humedad) y conocer
la distribución de eventos durante el año.
En conclusión,
los árboles son verdaderos almacenes de las huellas del pasado y del presente,
que queda escrita en sus anillos de crecimiento y permite el estudio del clima.
Fuentes:
Jacques, M., Montes,
C. Reconstrucciones paleoclimáticas. Programa de Magíster en Meteorología y
Climatología. Departamento de Geofísica, Facultad de Ciencias Físicas y
Matemáticas, Universidad de Chile. Revisado de: https://www.u-cursos.cl/ingenieria/2007/1/GF793/1/material_docente/bajar?id_material=136908
Moreno, A., Colmenero, E., Morellón, M., Valero,
B., Mata, P. (2017). Descifrando el clima de los últimos 2,58 ma. ¿Cómo, dónde
y por qué? Registros continentales y marinos. Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 25(1), 14-27.
Geología desde Ávila. https://geolodiaavila.com/
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