domingo, 22 de mayo de 2022

Frutas y hortalizas: Microbiota e inmunidad 🍈🍉🥝🥬🍆🍅🍒🍏🍐🌽

 

La siguiente noticia, corresponde a la divulgación institucional de la investigación realizada por Beatriz Morio  del Laboratorio Carmen, Universidad de Lyon, Francia, en el marco del Año de las Frutas y legumbres bajo el auspicio de la FAO. 

La microbiota intestinal (flora intestinal)  juega un papel clave  tanto en la inmunidad intestinal como en la inmunidad de nuestro organismo en general. El  deterioro fisiológico de esta microbiota, producto del envejecimiento, produce una respuesta inflamatoria crónica, lo que ha  llevando a los investigadores a estudiar la regulación de esta respuesta del sistema inmunológico, a través de estudios realizados principalmente en animales; sin embargo, en humanos aún estos estudios son muy pocos.


                                                    Créditos de imágenes: alamy.es

Se ha planteado que uno de los mecanismos de inflamación es a través de los lipopolisacáridos (LPS) presentes en las membranas de las bacterias Gram negativas, hablando de endotoxemia. La porción lipídica  (grasa) del LPS, se llama lípido A y  contiene ácidos grasos con el grupo 3-hidroxi, los que son responsables de la toxicidad característica de la molécula.

Una vez absorbidos en el intestino y liberados en el torrente sanguíneo, estos LPS desencadenan la producción de citocinas proinflamatorias y, por lo tanto, contribuyen a la aparición y mantenimiento de la  inflamación  crónica.

¿Cómo  prevenir el deterioro funcional de la microbiota a través de la dieta?

Un equipo de investigadores liderado por Catherine Féart, plantearon la hipótesis de que la calidad de la dieta podría  actuar como un modulador de  la liberación de LPS, promotores  de inflamación.

Esta hipótesis fue puesta a prueba con 698 personas con una media de edad de 73 años, a las que se evaluó asignando una puntuación a su adherencia a una dieta de tipo mediterránea. Además, a partir de los datos obtenidos en esta instancia, se identificaron tres perfiles alimentarios: 

(Perfil 1) un alto consumo de arroz, pasta, papa, aves y huevo. 🥚🥔🍝🍚

(Perfil 2) un alto consumo de alimentos tipo carne, embutidos, legumbres, y alcohol. 🌭🥓🍖🍺🍷🧆

 (Perfil 3) una dieta rica en frutas y verduras y baja en productos dulces. 🍌🍍🍎🍆🥦🥬

 Observaron que una mayor adherencia a los perfiles saludables (tipo mediterráneo y perfil 3, rico en frutas y verduras) se asociaba significativamente con una menor circulación ácidos grasos 3-hidroxi en la sangre de los participantes. En este sentido, adoptar un perfil más rico en carne, embutidos y alcohol se asoció significativamente con una mayor presencia de ácidos grasos 3-hidroxi en la sangre de los participantes. Estos resultados destacan que los comportamientos alimentarios saludables son útiles para limitar el efecto nocivo potencial de LPS y la inflamación crónica.

Por otra parte, estudios en roedores revelaron que una dieta rica en fibras, en ratones gestantes, protege a los recién nacidos del desarrollo de asma inducida; estos efectos se han relacionado con la producción de acetato y correlacionado con la generación de linfocitos T reguladores. Otro estudio revela que la ingesta de galacto-oligosacáridos e inulina en ratones gestantes aumentó la abundancia intestinal de Bacteroidetes y la producción de acetato en heces y líquido amniótico.

Se ha encontrado además, que una dieta rica en fibras podría tener interesantes efectos sobre las inmuno respuestas antitumorales. Un ejemplo de ello, es un modelo murino que muestra que una dieta rica en fibras promueve el crecimiento de la Bacteria Akkermancia muciniphilia, que luego produce c-di-AMP (Cyclic di- AMP) capaz de activar el Sensor STING  (estimulador de genes de interferón) en los  monocitos y la producción de interferón de tipo I encargado de  activar células asesinas (Natural Killer) y promover  la activación de las células dendríticas para potenciar la respuesta antitumoral a la quimioterapia.

En conclusión, la microbiota intestinal es el resultado de la interacción entre la microbiota heredada al nacer y nuestra alimentación, forma de vida, exposición a la contaminación, fármacos y contaminantes.

En general, esta microbiota ha experimentado una fuerte evolución durante la industrialización que puede estar relacionada con el aumento de la prevalencia de enfermedades inmunológicas, como la enfermedad de Crohn.


Resulta necesario seguir investigando para comprender mejor la influencia de una dieta rica en frutas y verduras para restaurar una microbiota y favorecer respuestas inmunitarias equilibradas, siendo importante tener en cuenta que cualquier cambio en la dieta debe promover un equilibrio general, favorable a todas las funciones de la microbiota intestinal y del huésped.

Para saber más visita: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112007000500003

 

 

Fuente:

Beatrice Morio, Fruits et légumes : microbiote et immunité. Synthèse du workshop de la SFN en partenariat avec Aprifel donné en visioconférence le jeudi 16 décembre 2021, Cahiers de Nutrition et de Diététique, Volume 57, Issue 2, 2022, Pages 114-116, ISSN 0007-9960, https://doi.org/10.1016/j.cnd.2022.02.002. (https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0007996022000268)


viernes, 20 de mayo de 2022

VOX POPULI, VOX DEI 🙋‍♀️🙋‍♂️💪👀

 

                                                  Crédito de imagen: redbubble.com 

Los ciudadanos de una sociedad libre ·pueden tener diferentes prioridades; ellos deben elegir: los expertos están pagados por los ciudadanos; son sus sirvientes, no sus amos y han de ser supervisados por los ciudadanos. Los intelectuales, de hecho, por medio de la ciencia, han logrado imponerse sobre las otras tradiciones. «Han logrado impedir una democracia más directa en la que los problemas sean resueltos por quienes los padecen» (P. Feyerabend, 1988) La Ciencia en una sociedad libre.

De acuerdo a las principales tendencias teóricas sobre la justicia social y, considerando el  contexto actual, apremia más que nunca fomentar y hacer efectiva la participación de la ciudadanía.  Debe existir distribución de recursos materiales y culturales; además del reconocimiento y el respeto cultural de todos y todas a través de relaciones justas dentro de la sociedad y, asegurar que las personas sean capaces de tener una activa participación en ella.

En articulación con esta tendencia, la educación científica tiene como principal propósito alfabetizar científicamente a partir de la comprensión de  situaciones y problemáticas reales para conducir a un posicionamiento fundamentado y crítico de la sociedad, que lleven a progresar hacia sociedades sostenibles, justas y equitativas, Macedo, B. & de Montevideo (2016). En este sentido, Porlán (2018) sostiene que esta perspectiva debe procurar una alfabetización científica crítica que promueva el acceso y enriquecimiento del conocimiento de la ciudadanía, derribe mitos y estereotipos sociales y permita una acción colectiva para el bien común en favor de la democracia.

Actualmente, la ciudadanía está inserta  en la dinámica de  consumir y producir información, teniendo un “rol activo” en la “sociedad de la información”; sin embargo, dentro de estas dinámicas se siguen evidenciando la desigualdad tanto  en el acceso  como en los medios para  integrarse a esta sociedad. Es así, que los sectores más pobres siguen siendo privados de la información, el  conocimiento y sus beneficios.

 Por otra parte, a pesar de que la ciudadanía está inserta en la “sociedad de la información” (principalmente como consumidor de entretenimiento), no  es participe  de  la “elite del conocimiento”; como dato, la comunicación científica en un 97% es unidireccional, dada  desde las instituciones hacia la sociedad  y, alcanza  un  nivel de especialización de más del 80%  (López & Olvera, 2019); por lo tanto, la participación de la ciudadanía en temas de conocimiento no puede ser considerado como  democrática, considerando el termino "democrática"  según Flechas & Cáceres (2009),  como el reconocimiento tanto de la igualdad y la libertad que tienen las personas para la toma de decisiones que afectan de manera directa o indirecta su convivencia en sociedad.  Por lo anteriormente expuesto, estamos lejos de una democratización del conocimiento, ya que esto implicaría no solo acceder a la información, sino que las personas puedan construir e influir en la sociedad mediante otras formas igualmente válidas de conocimiento (nótese que no se habla de pseudociencias) que no sean las de la “elite” y por ende, como diría Foucault del “poder”.

Pero no nos quedemos solo con lo anterior, el que la ciudadanía pueda tener acceso al conocimiento, significa que debe existir un proceso de aprehensión por parte de esta; además de una transformación en el cómo se crea, transmite y se usa el conocimiento para alcanzar la participación ciudadana. Es en este contexto, que han surgido una serie de iniciativas tanto de las ciencias sociales como naturales  tales como: “ciencia ciudadana”, “participación pública” o “participación social en la investigación científica”, “modelo de diálogo”,  Llorente et al. (2021).

Pero no nos quedemos solo con lo anterior, el que la ciudadanía pueda tener acceso al conocimiento, significa que debe existir un proceso de aprehensión por parte de ésta; además, una transformación en el cómo se crea, transmite y se usa el conocimiento para alcanzar la participación ciudadana. Es en este contexto, es  que han surgido una serie de iniciativas tanto de las ciencias sociales como naturales  tales como “ciencia ciudadana”, “participación pública” o “participación social en la investigación científica”, “modelo de diálogo”,  Llorente et al. (2021).

Queda un último punto  que analizar y es frente a la ingente cantidad de información que tenemos disponible  ¿Quién podrá ayudarnos? (y no es el Chapulín Colorado).

¿Cómo la ciudadanía selecciona  la información que tiene disponible? ¿Cómo filtra fake news, pseudociencia, estafadores, charlatanes, entre otros? ¿Confía en los científicos para tal empresa? Lobera (2020)   nos colca en jaque: Ridiculizar a quien no confía en el consenso científico puede llevarnos a una disminución de la confianza social. Sin confianza, no hay colaboración. Sin colaboración, no podemos parar la pandemia”. Efectivamente, tal como se comentó en la entrada de blog anterior, la visión de la ciencia y los científicos no es de las mejores, no existe un cien por ciento  de credibilidad ni confianza. Como anécdota, en redes sociales se suscitó una discusión entre una astrónoma chilena y una astróloga; revisando los argumentos, la astrónoma se defendió con falacias ad verecundiam y ad hominem ¿Será que todos los científicos o divulgadores  pueden guiar a la ciudadanía en la tarea de seleccionar la información?

¿Qué opinas tú? ¿A quién confiamos el conocimiento?  Espero tus comentarios. 



Fuentes:

Flechas, E., Cáceres, M. (2009). La participación ciudadana y sus vínculos con la  “democratización del conocimiento”: un análisis  desde la perspectiva republicana. Revista Códice, 5 (2), 133-145.

Lobera, J. (2020). La tentación de Newton ante las manifestaciones de la conspiración.  Recuperado de: https://www.agenciasinc.es/Opinion/La-tentacion-de-Newton-ante-las-manifestaciones-de-la-conspiracion

López-Pérez, Lourdes; Olvera-Lobo, María-Dolores. (2019). “Participación digital del público en la ciencia de  excelencia española: análisis de los proyectos financiados por el European Research Council”. El profesional de  la información, v. 28, n. 1, e280106. https://doi.org//10.3145/epi.2019.ene.06

Llorente, C., Revuelta, G., Carrió, M. (2021). Characteristics of Spanish citizen participation practices in science. JCOM 20(04). https://doi.org/10.22323/2.20040205

Macedo, B. de Montevideo, U. O. (2016). Educación científica. UNESCO.

Porlán, R. (2018). Didáctica de las ciencias con conciencia. Enseñanza de las ciencias, 36(3), 5-22.  https://doi.org/10.5565/rev/ensciencias.2795

miércoles, 18 de mayo de 2022

DIVULGACIÓN INSTITUCIONAL DE LA CIENCIA: ¿ES O NO ES?

 

                                                              Crédito de imagen: elmundo.es 

“[…] Así es como los científicos se han engañado a sí mismos y a todo el mundo respecto de su oficio, pero sin la menor desventaja real: tienen más dinero, más autoridad, más “sex appeal”, de lo que merecen, e incluso los más estúpidos procedimientos y los más ridículos resultados en su dominio están rodeados por un aura de excelencia. Es hora de rebajarlos a su medida, y de darles una posición más modesta en la sociedad”. P. Feyerabend (pp.19-20). El mito de la ciencia y su papel en la sociedad.

Difícil es escribir sobre el sistema estatal español de comunicación científica, desde lo que dice el papel (el cual soporta mucho), por lo cual, mostraré algunos lineamientos desde las legislaciones española y chilena; para luego, a partir de algunos datos poder emitir opiniones.

España nos lleva mucha ventaja, tiene incluida la Cultura científica y tecnológica en su Constitución  Art. 44: “garantizar el acceso a la cultura y promover la ciencia y la investigación científica y técnica en beneficio del interés general” y, en la  Ley de la Ciencia, Art. 38.

Algunas de las medidas (fusionadas) señaladas en esta Ley son:

a) Mejorar la formación científica e innovadora de la sociedad, al objeto de que todas las personas puedan en todo momento tener criterio propio sobre las modificaciones que tienen lugar en su entorno natural y tecnológico.

b) Fomentar la divulgación científica, tecnológica e innovadora y proteger el patrimonio científico y tecnológico histórico.

 c) Apoyar a las instituciones involucradas en el desarrollo de la cultura científica y tecnológica, mediante el fomento e incentivación de la actividad de museos, planetarios y centros divulgativos de la ciencia e incluir la cultura científica, tecnológica y de innovación como eje transversal en todo el sistema educativo.

En el caso particular de Chile, recién en mayo de 2018 se crea el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Innovación y Conocimiento. En el año 2020, se genera la Política Nacional de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, donde en el eje de “vinculación ciudadana” se rescata:

 “Consiste en generar estrategias para fomentar la apropiación social de la CTCI como una práctica cultural más en nuestra ciudadanía, convocándola y alentándola a participar de la conversación en torno a la CTCI, a aportar a su desarrollo y a integrarla en su vida cotidiana. Busca, además, que la ciudadanía incorpore habilidades, actitudes, contenidos y métodos de la ciencia, tecnología, conocimiento e innovación, y debatan sobre ellas”.

“Se aprovechan y articulan las múltiples instancias de vinculación ciudadana existentes (iniciativas de divulgación, proyectos de ciencia ciudadana, concursos, eventos, iniciativas privadas y de organizaciones de base, entre otros), los espacios culturales y naturales disponibles (museos, observatorios astronómicos, parques, entre otros), medios de comunicación, otros organismos públicos, y en particular con el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio”.

Como se expresó al comienzo del escrito, el papel soporta mucho; la relación de la ciudadanía con la ciencia, dicta mucho de lo declarado en el  papel (desconozco si es el caso español).  En Chile, la relación  CTS está aún en pañales, pues  falta que se  desarrolle un ecosistema (público y privado) que propicie una cultura científica democrática, que tenga un marco legal sólido y democrático, que permita desarrollar políticas públicas y, no solo ser letra muerta.


El contexto social, político y cultural del país denota que hoy, más que nunca es trascendental fomentar y hacer efectiva la participación de la ciudadanía en la Ciencia (y otros ámbitos), el no hacerlos participes es privar a las personas de la ciencia (desde una concepción pluralista) como cultura (olvidémonos que todos quieren ser científicos); es dejar a la ciudadanía al margen del desarrollo de la humanidad, obligándolos a mantenerse dentro de  la lógica  “la ignorancia es felicidad”, como señala Xurxo Mariño, en su artículo “Comunicar la ciencia, menuda historia  ignorar el conocimiento científico y vivir como un feliz ignorante, es lo que pasa con la mayoría de ciudadanos en lo que respecta a la ciencia, “no lo de feliz -que puede ser-, sino lo de ignorante”.


Sin embargo, no toda la culpa es de los “ignorantes”, no hace falta ser docto en el tema para darse cuenta que los beneficios de la ciencia y de la tecnología (en adelante CyT) están desigualmente distribuidos entre la  población y, no solo son excluidos de los productos de la CyT, sino que también existen grupos excluidos del conocimiento científico. Esto último me parece ir en la línea de explicar los resultados de las encuestas realizadas en el año 2018 por FECYT, en España,  respecto de la percepción social de CyT, donde internet aparece como el medio más utilizado como fuente de comunicación científica, a mi parecer, es por esta “democratización”  y acceso del conocimiento.

Por otra parte, sostengo que el primer divulgador de las diversas disciplinas es el profesor; si pensamos ¿qué ciencia divulga/enseña? vemos que es cientificista (principalmente empiro-positivista), en donde se propicia una educación en CyT orientada a lo conceptual, promoviendo un desconocimiento de la labor del científico y, creo, tomando las palabras de Feyerabend, esta primera visión que se transmite a los estudiantes crea en el colectivo una serie de concepciones erradas de cuentos de hadas (salvo algunas excepciones).  Coincido además, con este Filosofo de la Ciencia, en que es necesario  dar una posición más modesta a los científicos dentro de la sociedad, para contribuir a cambiar la percepción que los jóvenes y el público en general tiene.  

A pesar de las diversas acciones, por ejemplo en España, mediante las Unidades de Cultura Científica y de la Innovación, en El Libro blanco de las Unidades de Cultura Científica y de la Innovación (UCC+I) (2021), la última encuesta sobre percepción social de la Ciencia y la Tecnología, realizada en 2020 por la FECYT, se refleja que una de cada siete personas (14,2%) manifiesta espontáneamente interés por los temas de ciencia y tecnología. Mientras que en Chile, un estudio de percepción de los jóvenes sobre la Ciencia y profesiones

Científicas, realizado en 2010, devela que  “aunque los jóvenes no se muestran mayormente interesados en ser científicos, la figura pura del científico es la que parece no llamar la atención de los jóvenes”.

Queda preguntarse: ¿Qué no se está haciendo? en la divulgación de la Ciencia.


 Fuentes:

Estudio Percepción de los Jóvenes sobre la Ciencia y Profesiones científicas. Informe final. (2010). CONICYT, Universidad Alberto Hurtado, Observatorio social.

Consultado el 18/05/ 2022

https://www.conicyt.cl/documentos/estudio/Estudio_Jovenes_ciencia202010.pdf

FECYT (2018). IX EPSCYT 2018 – INFORME DE RESULTADOS

Consultado el 18/05/ 2022

https://www.fecyt.es/sites/default/files/news/attachments/2018/11/epscyt2018_informe_0.pdf

Ley 14/2011, de 1 de junio, de la Ciencia, la Tecnología y la. Innovación. Jefatura del Estado. «BOE» núm. 131, de 02 de junio de 2011.

Consultado el 18/05/ 2022

https://www.boe.es/buscar/pdf/2011/BOE-A-2011-9617-consolidado.pdf

 Mariño, X. (2014). Comunicar la Ciencia, menuda historia.

Consultado el 18/05/ 2022

https://culturacientifica.com/2014/01/04/comunicar-la-ciencia-menuda-historia-por-xurxo-marino/

Unidades de Cultura Científica y de la Innovación (UCC+I). (2021). Libro blanco de las Unidades de Cultura Científica y de la Innovación (UCC+I)

Consultado el 18/05/ 2022

https://www.fecyt.es/es/tematica/unidades-de-cultura-cientifica-y-de-la-innovacion-ucci

 

 

 

 

 

  


lunes, 16 de mayo de 2022

Neuroeducación: ¿PURA CHALLA? 🎉🎊🕵️‍♀️

 

La “moda mesiánica” de la Neuroeducación, ha provocado una irrupción en el marketing por algunos grupos, quienes la proponen como la solución a los temas en que la Educación está al debe; sin embargo, no todo lo que brilla es oro y, de charlatanes estamos llenos.

A pesar de tal irrupción, esta disciplina no ha llegado con la fuerza esperada a las aulas, de hecho, profesionales tales  como coaching educacionales, educadoras diferenciales y psicopedagogos son los que recomiendan “utilizar la inteligencias múltiples, porque hay estudiantes kinestésicos, visuales, etc.” Complejo es opinar  frente a lo anteriormente descrito, cuando se es profesora y, sobre todo  de ciencia.  

El presente escrito buscar evaluar la inclusión de la Neuroeducación por el  profesor de aula. En concreto, este ensayo sostiene la tesis de que la Neuroeducación no ha sido integrada por el profesor de aula, ya que existe una gran distancia entre lo que se conoce actualmente del cerebro y aprendizaje y, su aplicabilidad en la enseñanza.  Para defender esta idea, en una primera instancia, develaré los neuromitos de la Neuroeducación, para luego evaluar la inclusión de la Neuroeducación por el  profesor de aula.

Ocampo (2019) señala que la diversificación de lo “neuro” para obtener credibilidad, ha abierto nichos pseudocientíficos como la neurolingüística, el neuromarketing, la neuromúsica y neurojurisprudencia. Asimismo, en la Neuroeducación se han difundido ampliamente los “neuromitos”. Pérez Zafrilla (2019) afirma que los neuromitos se fundan en  el escaso conocimiento alcanzado por la  Neurociencia sobre cómo funciona el cerebro y, por tanto, se cuestiona el uso que ciertos autores dan a datos de corto alcance o escasamente probados, para aportar claves en la mejora de los sistemas educativos.

Entre estos neuromitos Codina Felip (2014) en Pérez Zafrilla (2019) los resume en:

1)         Las personas sólo utilizan el 10% de su cerebro.

2)         El cerebro tiene una capacidad ilimitada.

3)           Se puede mejorar la memoria.

4)         La teoría de las inteligencias múltiples.

5)         Todo lo importante para el cerebro se determina entre los 0 y 3 años.

A estos se le suman: los hemisferios cerebrales son independientes, la gimnasia cerebral favorece la conexión entre los hemisferios, el azúcar reduce la capacidad atencional, en Carballo (2019).

 

En este orden de ideas, la Neuroeducación está lejos de ser una metodología que a partir de recetas mágicas le diga a la Educación como mejorar a través de estos neuromitos. Una vez aclarados, cuales son estos neuromitos y dejándolos de lado, podremos discutir respecto de la integración de la Neuroeducación  por el profesor de aula.

Entre los argumentos a favor de la inclusión de la Neuroeducación en el aula podemos encontrar:

Desde Ocampo (2019) se afirma que debido a que el aprendizaje está íntimamente  relacionado con el funcionamiento cerebral, la inclusión de la neurociencia  es altamente conveniente para la Educación. En tanto, Pérez Zafrilla (2019) señala que conociendo cómo funciona el cerebro es posible diseñar sistemas educativos que se ajusten al cómo el cerebro asimila más fácilmente el conocimiento.

Para  Araya- Pizarro & Espinoza (2020) el vínculo entre Neurociencias y Educación permite establecer un nexo a partir del aprendizaje, indicando que el proceso de enseñanza-aprendizaje será efectivo si se intenciona el aprendizaje de los estudiantes considerando componentes cognitivos y  emocionales.  En este escenario, la Neuroeducación es un área potencial para optimizar  estrategias educativas basadas en el estudio tanto teórico como empírico de los procesos mentales del cerebro.

Entre los argumentos en contra de la inclusión de la Neuroeducación en el aula, se encuentran:

Carballo (2019) afirma que entre los obstáculos entre la Neurociencia y la Educación se encuentran el que estas disciplinas no tienen los mismos objetivos de investigación, ni la misma aproximación teórica, ni metodológica en su estudio del aprendizaje.  Asimismo, que estudios de áreas como genética o neurología tienen nulo o escaso impacto en la Educación, debido a la dificultad de llevar las conclusiones a la práctica docente.

Vos (2016) se pregunta: “¿Dónde está la Educación en la Neuroeducación?”, escrito donde critica a la Neuroeducación por no ser suficientemente científica y populizar la ciencia real.

Cigman y Davis (2009) en Ocampo (2019) afirman que la Neurociencia no podría dar cuenta de la naturaleza del aprendizaje.

Pues sí, el puente entre la Educación y la Neuroeducación es el aprendizaje, es indiscutible. Una diseña el cómo enseñar  a partir de diversas estrategias y la otra le dice qué puede hacer para enseñar, basándose en el conocimiento del cerebro. No obstante, como afirma Carballo, existe el desencuentro tanto en objetivos, metodología y fundamentación teórica, lo cual hace que este diálogo no llegue a las aulas.

Existe una gran distancia entre lo que se conoce desde la Neurociencia y lo que en realidad puede ser aplicado en una sala de clases; más aún, si se pretende que la Neuroeducación sustituya las prácticas pedagógicas obsoletas y sin mayor impacto, claro está, que es la pedagogía quien debe hacerse cargo de desarrollar las estrategias para la enseñanza y aprendizaje, y, es aquí que la Neuroeducación puede aportar al diálogo, con directrices, tales como que la emoción es un componente esencial para el aprendizaje, que existe la plasticidad cerebral, que el tiempo de atención de los estudiantes es de diez minutos, la mejor herramienta para enseñar y aprender es la palabra; que comer bien, dormir lo suficiente y cierto ejercicio físico ayudan a aprender mejor; una buena clase debe iniciar con lo que más interesa a los estudiantes,  que las preguntas son fundamentales para guiar el estudio, para recuperar lo que se quiere se debe guiar el estudio en vez de repetir el contenido. No es  recomendable que la lectura global  reemplace a la fonética.

Pero, algunas de estas indicaciones, ya se habían planteado en Educación. Efectivamente sí, pero no se no tenían la base científica de la Neurociencia. Y se suscita el problema de la aplicabilidad.  Haciendo  un mea culpa desde la pedagogía, las directrices están, pero si no están incorporadas en los currículos y reglamentos educacionales, el profesor no las aplica; sino se le dice cómo incorporarlas, sencillamente no se hace; transformándose en ideas vagas, que están, han estado, pero no se llevan a la práctica. Tomando las palabras de Vos (2016) “¿Dónde está la Educación en la Neuroeducación?”, es un llamado de atención, en el que la Educación está al debe en este diálogo con la Neurociencia.

 

Tomado de Carballo (2019)


No obstante, se está trabajando en estudios que sí permitan llevar la Neurociencia al aula, por ejemplo, cita Carballo (2019) el papel de las funciones ejecutivas en los procesos de aprendizaje y adaptación y como promover su uso de manera contextualizada, trastornos en el neurodesarrollo y dificultades de aprendizaje, es de esperar que estas iniciativas tengan éxito, en pos del aprendizaje.

 

 

Referencias.

Araya-Pizarro, S.C., Espinoza Pastén, L. (2020). Aportes desde las neurociencias para la comprensión de los procesos de aprendizaje en los contextos educativos. Propósitos y Representaciones, 8(1), e312.  Doi: http://dx.doi.org/10.20511/pyr2020.v8n1.312

Carballo M., A. (2019). Posibilidades y limitaciones de la Neuroeducación. Mente y Cerebro, (98), 26-32. https://dialnet.unirioja.es/ejemplar/526533

Vos, J.D. (2016). ¿Dónde está la Educación en la Neuroeducación. Teoría y critica de la psicología, 8. http://teocripsi.com/ojs/index.php/TCP/article/view/153

Ocampo, J. C. (2019). Sobre lo “neuro” en la Neuroeducación: de la psicologización a la neurologización de la escuela. Sophia: Colección de la Educación, 26(1), pp. 141-169.

Pérez Zafrilla, P. J. (2019). De los neuroerrores de la neurociencia a los neuromitos de la Neuroeducación.  En Elena Nájera, Antonio de Murcia, Jorge Pulla (Eds.). Intereses filosóficos del presente (pp. 97-107). Societat de Filosofía del País Valencià.

http://www.uv.es/sfpv/

 

CHARLA: ¿Me podré farrear las neuronas? El caso de Homero Simpson 👀🧠😉


En esta entrada de blog, les comparto el PPT de la charla.

Para conocer el tema en profundidad, deja un mensaje o comentario.























domingo, 15 de mayo de 2022

IMÁGENES PARA CERRAR EL CURSO 🩺🧬👨‍🔬👀🧠🧠🧠🧠

 Hemos llegado al final de Neurociencia L

En las entradas de blog anteriores vimos: camiseta del curso,  un experimento de ojo dominante, Neuroeducación, Neurogénesis y, finalizamos con unas imágenes de las células gliales que los harán flipar. 👀

Células gliales: no solo defensoras del Sistema Nervioso.

                                  Crédito de imagen: Confederación farmacéutica argentina.

¿Sabías qué? 👀 Son las células gliales y  no las neuronas las más afectadas por el envejecimiento cerebral. 🧠La diferencia entre un cerebro “viejo” 👵y un cerebro “joven”🧒 no radica  tanto en el número de neuronas, sino en la presencia y función de las células de soporte  llamadas genéricamente  Glía. Entre estas células encontramos los oligodendrocitos y  la microglía, las que actúan como células inmunes y, los astrocitos, que ayudan con el metabolismo de la neurona y la desintoxicación, entre otras funciones.

En un artículo publicado en la revista ‘Stem Cell Reports’, investigadores examinaron 480 muestras de cerebro de cadáveres de  individuos con edades comprendidas entre 16 y 106 años, encontrando que el estado de la glía de una persona es tan consistente a través de los años que puede usarse para predecir su edad. Destaca el hecho que el número de oligodendrocitos  de la corteza frontal disminuye al avanzar los años. 😭

Los investigadores encontraron además que los astrocitos y los oligodendrocitos durante el envejecimiento sufren cambios a nivel genético; pues existen genes que pueden activarse o desactivarse, en particular, los que se ubican en el hipocampo y la sustancia negra –regiones importantes del cerebro para la memoria y el movimiento y, los genes de la microglía aumenta en todas las regiones del cerebro. 🧠


Fuente: El Economista – España, en Confederación farmacéutica argentina.

http://www.cofa.org.ar/?p=19516


                                          Las camaleónicas células gliales 🦎

                                         Crédito de imagen: Revista dosis.com.ar

Un  estudio publicado en la revista ‘Stem Cell Reports’, ha identificado una combinación de medicamentos que puede convertir las células gliales de neuronas dañadas  en nuevas neuronas funcionales. Este medicamento consiste en un conjunto de cuatro moléculas que convierten el 70%  de las células  gliales en neuronas; las células gliales vecinas de las neuronas muertas se convierten  en neuronas nuevas, lo que da luces esperanzadoras  de poder restaurar las funciones neuronales perdidas después de un daño cerebral. 💊

Los científicos reportaron que las neuronas convertidas sobrevivieron más de siete meses en una placa de cultivo en el hospital y el hallazgo podría usarse para tratar accidentes cerebrovasculares o  Alzheimer para que el paciente pueda regenerar neuronas y restaurar sus capacidades de aprendizaje y memoria perdidas. 🧠

No todo es color de rosa… 😭

Sin embargo, para administrar estas moléculas es necesario recurrir a terapia génica utilizando bacteriófagos (revisa la entrada de blog), lo cual tiene un alto costo económico. Por tal motivo, el equipo de científicos está trabajando en la administración de este tratamiento mediante píldoras, cuya distribución es amplia y de fácil acceso. 💊🧠👨‍🔬

Fuente: Europa Press / COFA en Revista dosis.com.ar

https://revistadosis.com.ar/noticias/neuronas-da%C3%B1adas-convertidas-en-nuevas-el-secreto-est%C3%A1-en-las-c%C3%A9lulas-gliales.html


                                            Células Gliales: no solo en humanos. 👀

                                                  Crédito de imagen: Instituto Cajal.


Y he guardado para el ultimo esta imagen, la cual corresponde ¡ al cerebro de una mosca! 🧠🦟

Se representan las conexiones entre las células gliales, las cuales establecen una red de proyecciones que les permiten comunicarse y coordinarse.

Esta es una imagen confocal (obtenida por un microscopio confocal que incrementa el contraste y permite reconstruir imágenes 3D usando una cámara sin lente, la que solo cuenta con un pequeño orificio por donde entra la luz y, que permite eliminar la luz desenfocada y los destellos) de un cerebro de larva de Drosophila. 

Para obtener la imagen se utilizan marcadores que tiñen tanto las células gliales como las membranas gliales están marcadas con RFP myristoilado, las neuronas están marcadas con el anticuerpo monoclonal anti-HRP. 🔬🧫

 

Fuente: Instituto Cajal

http://www.cajal.csic.es/departamentos/sergio-casas/sergio-casas.html