jueves, 10 de febrero de 2022

BACTERIÓFAGOS DE VILLANOS A HÉROES.

 

Introducción 

Actualmente vivimos la pandemia causada  por el virus SARS- CoV- 2; sin embargo, estamos frente a una amenaza cada vez mayor para la salud mundial, la resistencia a los antibióticos. De acuerdo con Barco (2021) solo en el año 2015  las bacterias resistentes a los antibióticos provocaron 670.000 infecciones y  33.110 muertes; la OMS pronostica que  serán 10 millones las personas fallecidas en el año 2050 por esta causa. En esta línea, Guevara et al. (2022) señala que se  estima que para las próximas décadas, el número de muertes a causa de patógenos multirresistentes será mayor que las muertes causadas por cáncer.

Lo anterior supone la búsqueda de tratamientos alternativos para controlar enfermedades causadas por estos microorganismos. Si bien la resistencia a los antibióticos corresponde a un fenómeno natural, el que para Guevara et al. (2022) ocurre como una respuesta evolutiva a la fuerte presión selectiva dada principalmente por la exposición e interacción  de los microrganismos  a agentes químicos (desinfectantes y metales pesados entre otros) lo cual acelera el traspaso de genes de resistencia en las poblaciones bacterianas aledañas, produciendo un  aumento en el número de  patógenos multirresistentes con ventajas evolutivas y adaptativas.

Por otro lado,  el autor señala la existencia de una relación directa entre el consumo de antibióticos y las variaciones de resistencia que producen estos medicamentos en los microorganismos.  Es así que para comprender la evolución y el impacto de la resistencia microbiana surge  el concepto de “resistoma”, el cual que incluye a todos los genes de resistencia a los antibióticos y a sus precursores (en bacterias patógenas como no patógenas), lo que permite entender  e investigar los orígenes y evolución de la resistencia.

Bacteriófagos ¿Qué son?

Los bacteriófagos son virus que infectan a bacterias, como afirma Sejas  (2021)  se encuentran entre los organismos más abundantes y ubicuos de nuestro planeta, son catalogados como controladores naturales de las bacterias. De acuerdo con Guevara et al. (2022) cada bacteria tiene sus fagos específicos, los  que podrían utilizarse como  agentes antibacterianos. Pero, no piensen que los bacteriófagos al ser específicos nos puedan atacar, el que sean específicos significa que solo pueden atacar a una especie puntual, que son las bacterias, no a los seres humanos; como super héroes no atacan a los buenos, sino que solo a los villanos.  

Cabe señalar también, que los bacteriófagos debido a su especificidad, son usados en otros ámbitos, por ejemplo, el agropecuario y  alimenticio. Para saber más revisa: https://aes.ucf.edu.cu/index.php/aes/article/view/18

https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?pid=S0716-10182015000700010&script=sci_arttext&tlng=n


Barco (2021) indica que el 96% de los fagos  conocidos pertenecen a tres familias: Podoviridae, Myoviridae y Siphoviridae. Los bacteriófagos fueron descubiertos en el año  1915,  por el microbiólogo inglés Frederick Twort, este  identificó un agente  bacteriolítico que infectaba y mataba bacterias, pero sin lograr definirlo; no fue hasta 1917  que el microbiólogo canadiense  Félix d'Herelle informó el descubrimiento de "un  invisible antagonista microbiano del bacilo de la disentería" y confirmó que se trataba de un virus al que llamó "bacteriófago".

Para saber más: https://elpais.com/elpais/2019/05/23/ciencia/1558629279_769979.html

Morfología

Citando a Aties et al. (2017) los fagos se constituyen fundamentalmente de material genético y proteínas. Su genoma puede ser de ácido desoxirribonucleico (ADN) o ácido ribonucleico (ARN), el cual puede ser unicatenario o bicatenario; este material  genético se encuentra  protegido por una cubierta de proteínas denominada cápside.

La estructura de los fagos es determinada por sus proteínas de envoltura, cuya función es la de proteger al material genético; estas  proteínas además  cumplen el rol de proporcionar al fago: cuello, cola, fibras caudales, láminas  básales y/o espículas.

Créditos: https://www.google.com/url?sa=i&url=https%3A%2F%2Frevistas.udea.edu.co%2Findex.php%2Fhm%2Farticle%2Fdownload%2F335348%2F20794045%2F175750&psig=AOvVaw0KjOZUn9qfJKH6oFA71oXc&ust=1645738470002000&source=images&cd=vfe&ved=2ahUKEwjP2rnY45b2AhUBOLkGHb6TCFMQr4kDegUIARDGAQ

Morfológicamente los bacteriófagos son virus con cola y receptores para  el reconocimiento bacteriano. En las familias Myoviridae  y Siphoviridae las colas son largas, contráctiles para la primera y no contráctiles para la segunda familia; y en la familia Podoviridae  las colas son cortas  y no contráctiles (Barco, 2021). Los bacteriófagos miden entre 50 y 200 nm  (Richter et al., 2018) citado por Fuentes et al. (2021) y sólo pueden ser visibles con un microscopio electrónico.

 

Créditos de la imagen: https://www.google.com/url?sa=i&url=https%3A%2F%2Fwww.bbc.com%2Fmundo%2Fvert-fut-55714386&psig=AOvVaw2C9N33u_xzDFzYGl8Fcx9g&ust=1645737606634000&source=images&cd=vfe&ved=2ahUKEwje8uG84Jb2AhW0N7kGHY7DANEQr4kDegUIARD6AQ


Para saber más visita: https://www.google.com/url?sa=i&url=https%3A%2F%2Frevistas.udea.edu.co%2Findex.php%2Fhm%2Farticle%2Fdownload%2F335348%2F20794045%2F175750&psig=AOvVaw0KjOZUn9qfJKH6oFA71oXc&ust=1645738470002000&source=images&cd=vfe&ved=2ahUKEwjP2rnY45b2AhUBOLkGHb6TCFMQr4kDegUIARDGAQ


Ciclo de vida de un fago

Barco (2021) indica que los bacteriófagos presentan dos ciclos de vida, el ciclo lítico y el ciclo  lisogénico; aunque hay que hacer la salvedad, según Aties et al. (2017) que no todos los bacteriófagos pueden usarse en terapia, únicamente los pertenecientes al ciclo lítico, dado que los fagos con ciclo lisogénico, al integrar su genoma en el de la bacteria, no la matan y pueden incluso transferir genes que incrementen la virulencia de la bacteria.

El ciclo lítico se  divide en cinco fases: primero se produce la adsorción de fagos a la célula huésped mediante la unión a receptores específicos de la superficie bacteriana (1). Luego, el fago inyecta el material genético en la bacteria mediante la contracción de la cola  y la formación de un agujero en la pared celular (2). Estos genes  se expresan y la bacteria los replica originando varias copias del genoma  vírico (3). Las proteínas estructurales de los nuevos viriones se ensamblan formando partículas fágicas (4), finalmente  se degrada la pared bacteriana por acción de proteínas del fago (5), se produce la lisis y liberación de la progenie viral. En este último proceso, la mayoría de  fagos utiliza dos grupos de proteínas: holinas y endolisinas, que forman sistemas holin-lisina, causantes de la lisis.




Créditos: https://www.google.com/url?sa=i&url=https%3A%2F%2Fwww.researchgate.net%2Ffigure%2FFigura-1-Esquema-general-del-ciclo-litico-de-un-fago-1-Adsorcion-a-la-superficie_fig2_294275865&psig=AOvVaw1mO3s_OaGscKQTjU6AStAU&ust=1645738013056000&source=images&cd=vfe&ved=2ahUKEwiz98f-4Zb2AhUpBLkGHT-8CyUQr4kDegUIARDsAQ


¿Cómo actúan?

Además de sacar provecho terapéutico al ciclo lítico del bacteriófago, existen otras técnicas. De acuerdo con Fuentes et al. (2021) las endolisinas, enzimas que degradan la pared celular bacteriana, actúan como  enzibióticos (enzimas con actividad antibiótica); estas enzimas  también son útiles en el control de las biopelículas (acumulaciones de bacterias que secretan moléculas que las protegen y que dificultan la efectividad de los antibióticos) y además  se usan en la desinfección de equipo hospitalario y en la industria alimentaria.

También se pueden usar solamente las proteínas de la cápside del bacteriófago para construir  partículas tipo virus (vlps, por sus siglas del inglés Viral Like Particles), las cuales sirven para el diseño de vacunas contra infecciones virales, las que al carecer de material genético son seguras para la inducción de anticuerpos neutralizantes, por ejemplo, contra la influenza.

Por último, las endolisinas se utilizan para generar “fantasmas bacterianos” (Bacterial Ghosts o bgs, en inglés), estos  son  células bacterianas que perdieron su contenido celular, quedando solamente la envoltura. 

                                      

Créditos: https://www.google.com/url?sa=i&url=https%3A%2F%2Fwww.ocu.org%2Falimentacion%2Fseguridad-alimentaria%2Finforme%2Fbacteriofagos&psig=AOvVaw3oMxbJUO1tB64HR8Bf7kxa&ust=1645738136984000&source=images&cd=vfe&ved=2ahUKEwjp-NO54pb2AhUECrkGHZCUCcIQr4kDegQIARBj


Pros y contras de la terapia con fagos.

Como lo hace notar Fuentes et al. (2021) la terapia de bacteriófagos presenta numerosas ventajas en comparación con la terapia con antibióticos convencionales, algunas de ellas son:

1) Son abundantes en la naturaleza y de bajo costo, un solo bacteriófago puede aniquilar a un gran número de bacterias.

2) Los bacteriófagos líticos destruyen por completo a las bacterias.

3) Son muy específicos, infectan únicamente a su bacteria hospedera, dejando intactas a otras bacterias benéficas y no infectan a los humanos, animales o plantas.

4) Una sola dosis es suficiente para el control de la infección bacteriana, ya que mientras hayan  bacterias, los bacteriófagos continuarán replicándose y una vez eliminadas, también dejarán de multiplicarse.

5) Pueden mutar para evadir las defensas de las bacterias.  Se pueden utilizar mezclas de bacteriófagos para evitar el desarrollo de resistencia bacteriana.

6) No causan alergias como lo hacen algunos antibióticos

Aties et al. (2017),  plantea   como  dificultad  para el uso de bacteriófagos que pueden producir altos niveles de endotoxinas en infecciones causadas por bacterias  gram negativas.

 Conclusión

Actualmente, la  evidencia en relación al potencial terapéutico  que presentan los bacteriófagos ha demostrado efectos positivos en un alto porcentaje de los casos reportados; sin embargo, se debe seguir investigando en un universo mayor  a fin de terminar de estudiar  aspectos  que permitan estandarizar el manejo terapéutico y convertir esta terapia en una realidad frente a las bacterias multirresistentes.

 

 Fuentes

Aties L., Duret, Y., Tabares, M., Fernández, S. (2017). Los enzibióticos como alternativa terapéutica contra las enfermedades  bacterianas. MEDISAN. 21(10) ,3077

Barco, P. (2021).Terapia fágica como alternativa a  la resistencia a antibióticos. NPunto, 5(35), 142-146

Fuentes, M., Gil, A., Martínez, C., Baizabal, V., Valdez, J. (2021). El enemigo de mi enemigo es… Un virus que ataca a las bacterias: los bacteriófagos. Revista Digital Universitaria. 22(4) ,1-13 http://doi.org/10.22201/cuaieed.16076079e.2021.22.4.1

Guevara, F.,  Muñoz Molina, L., Navarrette, J.,  Salazar, L., Pinilla, G. (2020). Innovaciones en la terapia antimicrobiana. NOVA. 18 (34), 09-25

 Sejas, C. (2021). Fagoterapia: Tratamiento alternativo para el Control de las Infecciones Bacterianas en Pacientes Quemados. Revista argentina de quemaduras.  31(2), 1-13.

 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias por comentar.
Recibirás pronta respuesta y si lo deseas, información extra sobre el tema.