viernes, 20 de mayo de 2022

VOX POPULI, VOX DEI 🙋‍♀️🙋‍♂️💪👀

 

                                                  Crédito de imagen: redbubble.com 

Los ciudadanos de una sociedad libre ·pueden tener diferentes prioridades; ellos deben elegir: los expertos están pagados por los ciudadanos; son sus sirvientes, no sus amos y han de ser supervisados por los ciudadanos. Los intelectuales, de hecho, por medio de la ciencia, han logrado imponerse sobre las otras tradiciones. «Han logrado impedir una democracia más directa en la que los problemas sean resueltos por quienes los padecen» (P. Feyerabend, 1988) La Ciencia en una sociedad libre.

De acuerdo a las principales tendencias teóricas sobre la justicia social y, considerando el  contexto actual, apremia más que nunca fomentar y hacer efectiva la participación de la ciudadanía.  Debe existir distribución de recursos materiales y culturales; además del reconocimiento y el respeto cultural de todos y todas a través de relaciones justas dentro de la sociedad y, asegurar que las personas sean capaces de tener una activa participación en ella.

En articulación con esta tendencia, la educación científica tiene como principal propósito alfabetizar científicamente a partir de la comprensión de  situaciones y problemáticas reales para conducir a un posicionamiento fundamentado y crítico de la sociedad, que lleven a progresar hacia sociedades sostenibles, justas y equitativas, Macedo, B. & de Montevideo (2016). En este sentido, Porlán (2018) sostiene que esta perspectiva debe procurar una alfabetización científica crítica que promueva el acceso y enriquecimiento del conocimiento de la ciudadanía, derribe mitos y estereotipos sociales y permita una acción colectiva para el bien común en favor de la democracia.

Actualmente, la ciudadanía está inserta  en la dinámica de  consumir y producir información, teniendo un “rol activo” en la “sociedad de la información”; sin embargo, dentro de estas dinámicas se siguen evidenciando la desigualdad tanto  en el acceso  como en los medios para  integrarse a esta sociedad. Es así, que los sectores más pobres siguen siendo privados de la información, el  conocimiento y sus beneficios.

 Por otra parte, a pesar de que la ciudadanía está inserta en la “sociedad de la información” (principalmente como consumidor de entretenimiento), no  es participe  de  la “elite del conocimiento”; como dato, la comunicación científica en un 97% es unidireccional, dada  desde las instituciones hacia la sociedad  y, alcanza  un  nivel de especialización de más del 80%  (López & Olvera, 2019); por lo tanto, la participación de la ciudadanía en temas de conocimiento no puede ser considerado como  democrática, considerando el termino "democrática"  según Flechas & Cáceres (2009),  como el reconocimiento tanto de la igualdad y la libertad que tienen las personas para la toma de decisiones que afectan de manera directa o indirecta su convivencia en sociedad.  Por lo anteriormente expuesto, estamos lejos de una democratización del conocimiento, ya que esto implicaría no solo acceder a la información, sino que las personas puedan construir e influir en la sociedad mediante otras formas igualmente válidas de conocimiento (nótese que no se habla de pseudociencias) que no sean las de la “elite” y por ende, como diría Foucault del “poder”.

Pero no nos quedemos solo con lo anterior, el que la ciudadanía pueda tener acceso al conocimiento, significa que debe existir un proceso de aprehensión por parte de esta; además de una transformación en el cómo se crea, transmite y se usa el conocimiento para alcanzar la participación ciudadana. Es en este contexto, que han surgido una serie de iniciativas tanto de las ciencias sociales como naturales  tales como: “ciencia ciudadana”, “participación pública” o “participación social en la investigación científica”, “modelo de diálogo”,  Llorente et al. (2021).

Pero no nos quedemos solo con lo anterior, el que la ciudadanía pueda tener acceso al conocimiento, significa que debe existir un proceso de aprehensión por parte de ésta; además, una transformación en el cómo se crea, transmite y se usa el conocimiento para alcanzar la participación ciudadana. Es en este contexto, es  que han surgido una serie de iniciativas tanto de las ciencias sociales como naturales  tales como “ciencia ciudadana”, “participación pública” o “participación social en la investigación científica”, “modelo de diálogo”,  Llorente et al. (2021).

Queda un último punto  que analizar y es frente a la ingente cantidad de información que tenemos disponible  ¿Quién podrá ayudarnos? (y no es el Chapulín Colorado).

¿Cómo la ciudadanía selecciona  la información que tiene disponible? ¿Cómo filtra fake news, pseudociencia, estafadores, charlatanes, entre otros? ¿Confía en los científicos para tal empresa? Lobera (2020)   nos colca en jaque: Ridiculizar a quien no confía en el consenso científico puede llevarnos a una disminución de la confianza social. Sin confianza, no hay colaboración. Sin colaboración, no podemos parar la pandemia”. Efectivamente, tal como se comentó en la entrada de blog anterior, la visión de la ciencia y los científicos no es de las mejores, no existe un cien por ciento  de credibilidad ni confianza. Como anécdota, en redes sociales se suscitó una discusión entre una astrónoma chilena y una astróloga; revisando los argumentos, la astrónoma se defendió con falacias ad verecundiam y ad hominem ¿Será que todos los científicos o divulgadores  pueden guiar a la ciudadanía en la tarea de seleccionar la información?

¿Qué opinas tú? ¿A quién confiamos el conocimiento?  Espero tus comentarios. 



Fuentes:

Flechas, E., Cáceres, M. (2009). La participación ciudadana y sus vínculos con la  “democratización del conocimiento”: un análisis  desde la perspectiva republicana. Revista Códice, 5 (2), 133-145.

Lobera, J. (2020). La tentación de Newton ante las manifestaciones de la conspiración.  Recuperado de: https://www.agenciasinc.es/Opinion/La-tentacion-de-Newton-ante-las-manifestaciones-de-la-conspiracion

López-Pérez, Lourdes; Olvera-Lobo, María-Dolores. (2019). “Participación digital del público en la ciencia de  excelencia española: análisis de los proyectos financiados por el European Research Council”. El profesional de  la información, v. 28, n. 1, e280106. https://doi.org//10.3145/epi.2019.ene.06

Llorente, C., Revuelta, G., Carrió, M. (2021). Characteristics of Spanish citizen participation practices in science. JCOM 20(04). https://doi.org/10.22323/2.20040205

Macedo, B. de Montevideo, U. O. (2016). Educación científica. UNESCO.

Porlán, R. (2018). Didáctica de las ciencias con conciencia. Enseñanza de las ciencias, 36(3), 5-22.  https://doi.org/10.5565/rev/ensciencias.2795

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