En esta entrada de blog, pondremos bajo la
lupa algunos alimentos comercializados
en Chile bajo el Código Alimentario Español ¿Pasaremos el examen? En Chile la nueva Ley de Etiquetado de
alimentos informa a los consumidores mediante cuatro etiquetas si este es alto
en azucares, grasas saturadas, sodio y
calorías; sin embargo, es un gran misterio saber qué tipo de alimento es. En los medios de
comunicación han aparecido reportajes de yogur no yogur, queso que no es queso
¿Qué son? ¿Qué comemos?
Productos
sucedáneos: podemos hablar de este tipo de productos
cuando el fabricante, sin fines fraudulentos sustituya en todo
o en parte a un alimento. En el caso de estos dos productos, el fabricante
declara en un lugar visible de su
etiqueta que el producto es un sucedáneo y el porcentaje que contiene de
componente original; por ejemplo 60% jugo natural de limón.
Alimento
impropio: cualquier materia natural o elaborada en la
que concurra alguna de las siguientes circunstancias:
1) Alimentos
fundamentales: constituyen una proporción importante de la
ración alimenticia habitual de la población. En el caso chileno, encontramos en los dos
primeros lugares de consumo a nivel nacional: el pan con un 96,3% y las bebidas gaseosas con un 73,9%.


1)
Alimentos
perecederos: aquellos que por sus características, exigen condiciones especiales de
conservación en sus periodos de almacenamiento y transporte. Un ejemplo de
estos son la carne y el pescado, los cuales deben mantener la cadena fría en su
transporte y venta.

2) Alimento
adulterado: alimento al que se haya manipulado cualquier
sustancia para variar su composición, peso o volumen, con fines fraudulentos, encubrir
o corregir un defecto debido a ser de
inferior calidad o a tener ésta alterada. En este sentido, abro debate. Según
la legislación española, el queso sucedáneo chileno, no corresponde a tal, ya
que solo una marca comercial reconoce ser un “sucedáneo”; el resto de las
empresas venden “queso” de menor valor, los que basan su elaboración en el
aceite de palma, aproximadamente el 26% del producto. (Fuente: SEREMI DE
SALUD). El problema de fondo, es que la SEREMI certifica el producto como “sucedáneo”,
sin embargo no controla bajo qué etiqueta se vende el producto. No obstante,
bajo la legislación chilena son reconocidos como sucedáneos.
Un segundo caso, es la miel, la cual es
adulterada a fin de aumentar su volumen. Como tips, si la miel no se disuelve
en agua, es pura.
Alimento
falsificado: tiene cualquiera de las siguientes características.
Preparado o rotulado para simular otro conocido, su composición real no corresponda
a la declarada y comercialmente anunciada, induce a error al consumidor.
En el caso de este “yogurt” no se declara que no
contiene probióticos, microorganismos vivos que interaccionan con las bacterias
de la micro flora. En el segundo caso, el fabricante declara
“100% puro café, pero leyendo los ingredientes es básicamente agua,
azúcar, grasa, con un poco de café y 11 diferentes aditivos.
Alimento
alterado: alimento que durante su obtención,
preparación, manipulación, almacenamiento o tenencia, y por causas no
provocadas deliberadamente, haya sufrido tales variaciones en sus caracteres
organolépticos, composición química o valor nutritivo, que su aptitud para la
alimentación haya quedado anulada o sensiblemente disminuida, aunque se mantenga
inocuo. Mediante la aplicación de ecuación y árbol de decisión revela que este
aceite presenta un 12,737% de adulteración. En tanto la mantequilla Surlat,
sometida al mismo proceso, presenta un 5,564%. Es imposible para el consumidor
saber si estos productos están adulterados, por tanto debe ser labor de la
SEREMI de Salud. (Fuente: Desarrollo de
un Método Quimiométrico para la Detección de Adulteración en Aceite de Oliva y
Mantequilla a través de Perfil de Ácidos Grasos, Universidad Austral, Chile).
Alimento
contaminado: todo alimento que contenga gérmenes
patógenos, sustancias químicas o radiactivas, toxinas o parásitos capaces de
producir o transmitir enfermedades al hombre o a los animales.
En el primer caso podemos encontrar la
bacteria Salmonella este microorganismo está
presente en huevos, también en frutas y verduras lavadas o regadas con aguas
contaminadas con fecas. En el segundo, bacteria Escherichia coli, este patógeno
está presente principalmente en aguas o productos contaminados con fecas
humanas. Se observa en mayor número en vegetales crudos y en carne de vacuno
molida poco cocida.
Estas enfermedades aparecen cuando estos
alimentos pierden la cadena de frío o por falta de higiene, manipulación
inadecuada o cocción insuficiente de los mismos.
En el primer caso podemos encontrar la
bacteria Salmonella este microorganismo está
presente en huevos, también en frutas y verduras lavadas o regadas con aguas
contaminadas con fecas. En el segundo, bacteria Escherichia coli, este patógeno
está presente principalmente en aguas o productos contaminados con fecas
humanas. Se observa en mayor número en vegetales crudos y en carne de vacuno
molida poco cocida.
Estas enfermedades aparecen cuando estos
alimentos pierden la cadena de frío o por falta de higiene, manipulación
inadecuada o cocción insuficiente de los mismos.
Alimento
nocivo:
Tendrá la consideración de nocivo todo alimento
cuando:
a) sea utilizado con criterio de normal
prudencia, y conforme a las prescripciones de su preparación y empleo o en
cualquier forma que se ajuste a prácticas de elemental previsión, produzca
efectos perjudiciales en el consumidor.
b) aun no siendo perjudicial a su inmediato consumo se
pueda prever que su ingestión repetida entraña peligro para la salud, sin que
ello obedezca a uso inmoderado o inoportuno, o a consumo irreflexivo del mismo.
c) su contenido en microorganismos o materias extrañas
sea superior a los límites permitidos para las diferentes clases de alimentos.
d) aun no siendo nocivo para el consumidor
medio, lo es o pueda serlo para un grupo determinado de consumidores
(lactantes, embarazadas, diabéticos, etc.).
Como ejemplo de estos alimentos encontramos las bebidas energéticas, las
cuales son ofrecidas en las cadenas de farmacias, recalcando del producto su
aporte en cafeína, obtener mayor energía y contener complejo vitamínico B.
Los segundos, son alimentos altos
en grasas saturadas, causantes de enfermedades cardiovasculares y obesidad.
Los ejemplos entregados son solo una muestra
de la calidad de los alimentos chilenos, la falta de regulación e información al
consumidor, nos hacen afirmar que NO pasamos la prueba.