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Los ciudadanos de una sociedad
libre ·pueden tener diferentes prioridades; ellos deben elegir: los expertos
están pagados por los ciudadanos; son sus sirvientes, no sus amos y han de ser
supervisados por los ciudadanos. Los intelectuales, de hecho, por medio de la
ciencia, han logrado imponerse sobre las otras tradiciones. «Han logrado
impedir una democracia más directa en la que los problemas sean resueltos por
quienes los padecen» (P. Feyerabend, 1988) La Ciencia
en una sociedad libre.
De acuerdo a las principales
tendencias teóricas sobre la justicia social y, considerando el contexto actual, apremia más que nunca
fomentar y hacer efectiva la participación de la ciudadanía. Debe existir distribución
de recursos materiales y culturales; además del reconocimiento y el respeto
cultural de todos y todas a través de relaciones justas dentro de la sociedad
y, asegurar que las personas sean capaces de tener una activa participación en
ella.
En articulación con esta
tendencia, la educación científica tiene como principal propósito alfabetizar
científicamente a partir de la comprensión de situaciones y problemáticas
reales para conducir a un posicionamiento fundamentado y crítico de la sociedad, que lleven a progresar hacia sociedades sostenibles, justas y equitativas, Macedo, B. & de Montevideo (2016). En este sentido, Porlán
(2018) sostiene que esta perspectiva debe procurar una alfabetización científica
crítica que promueva el acceso y enriquecimiento del conocimiento de la
ciudadanía, derribe mitos y estereotipos sociales y permita una acción
colectiva para el bien común en favor de la democracia.
Actualmente, la ciudadanía está
inserta en la dinámica de consumir y producir información, teniendo un “rol
activo” en la “sociedad de la
información”; sin embargo, dentro de estas dinámicas se siguen evidenciando
la desigualdad tanto en el acceso como en los medios para integrarse a esta sociedad. Es así, que los
sectores más pobres siguen siendo privados de la información, el conocimiento y sus beneficios.
Por otra parte, a pesar de que la
ciudadanía está inserta en la “sociedad de la información” (principalmente como
consumidor de entretenimiento), no es
participe de la “elite del conocimiento”; como dato, la comunicación científica en un 97% es
unidireccional, dada desde las instituciones hacia la sociedad y, alcanza un nivel de especialización de más del 80% (López & Olvera, 2019); por lo tanto, la participación de la ciudadanía en temas de conocimiento no puede ser considerado como democrática, considerando el termino "democrática" según Flechas & Cáceres (2009), como el reconocimiento tanto de la igualdad y la libertad que tienen las personas para la toma de decisiones que
afectan de manera directa o indirecta su convivencia en sociedad. Por lo anteriormente expuesto, estamos lejos de
una democratización del conocimiento, ya que esto implicaría no solo acceder a
la información, sino que las personas puedan construir e influir en la sociedad
mediante otras formas igualmente válidas de conocimiento (nótese que no se
habla de pseudociencias) que no sean las de la “elite” y por ende, como diría Foucault del “poder”.
Pero no nos quedemos solo con lo
anterior, el que la ciudadanía pueda tener acceso al conocimiento, significa
que debe existir un proceso de aprehensión
por parte de esta; además de una transformación en el cómo se crea, transmite y
se usa el conocimiento para alcanzar la participación ciudadana. Es en este
contexto, que han surgido una serie
de iniciativas tanto de las ciencias sociales como naturales tales como: “ciencia ciudadana”,
“participación pública” o “participación social en la investigación
científica”, “modelo de diálogo”, Llorente
et al. (2021).
Pero no nos quedemos solo con lo
anterior, el que la ciudadanía pueda tener acceso al conocimiento, significa
que debe existir un proceso de aprehensión
por parte de ésta; además, una transformación en el cómo se crea, transmite y
se usa el conocimiento para alcanzar la participación ciudadana. Es en este
contexto, es que han surgido una serie
de iniciativas tanto de las ciencias sociales como naturales tales como “ciencia ciudadana”,
“participación pública” o “participación social en la investigación
científica”, “modelo de diálogo”, Llorente
et al. (2021).
Queda un último punto que analizar y es frente a la ingente cantidad
de información que tenemos disponible ¿Quién
podrá ayudarnos? (y no es el Chapulín Colorado).
¿Cómo
la ciudadanía selecciona la información que
tiene disponible? ¿Cómo filtra fake news, pseudociencia, estafadores, charlatanes,
entre otros? ¿Confía en los científicos para tal empresa? Lobera (2020) nos colca en jaque: “Ridiculizar a quien no confía en el consenso
científico puede llevarnos a una disminución de la confianza social. Sin
confianza, no hay colaboración. Sin colaboración, no podemos parar la pandemia”.
Efectivamente, tal como se
comentó en la entrada de blog anterior, la visión de la ciencia y los científicos
no es de las mejores, no existe un cien por ciento de credibilidad ni confianza. Como anécdota, en
redes sociales se suscitó una discusión entre una astrónoma chilena y una
astróloga; revisando los argumentos, la astrónoma se defendió con falacias ad
verecundiam y ad hominem ¿Será que todos los científicos o divulgadores pueden guiar a la ciudadanía en la tarea de
seleccionar la información?
¿Qué opinas tú? ¿A quién
confiamos el conocimiento? Espero tus
comentarios.
Fuentes:
Flechas, E., Cáceres, M. (2009). La
participación ciudadana y sus vínculos con la
“democratización del conocimiento”: un análisis desde la perspectiva republicana. Revista Códice,
5 (2), 133-145.
Lobera, J. (2020). La tentación
de Newton ante las manifestaciones de la conspiración. Recuperado de: https://www.agenciasinc.es/Opinion/La-tentacion-de-Newton-ante-las-manifestaciones-de-la-conspiracion
López-Pérez, Lourdes;
Olvera-Lobo, María-Dolores. (2019). “Participación digital del público en la
ciencia de excelencia española: análisis
de los proyectos financiados por el European Research Council”. El profesional
de la información, v. 28, n. 1, e280106.
https://doi.org//10.3145/epi.2019.ene.06
Llorente, C., Revuelta, G., Carrió,
M. (2021). Characteristics of Spanish citizen participation practices in
science. JCOM 20(04). https://doi.org/10.22323/2.20040205
Macedo, B. de Montevideo, U. O.
(2016). Educación científica. UNESCO.
Porlán, R. (2018). Didáctica de las ciencias con conciencia. Enseñanza de las ciencias, 36(3), 5-22. https://doi.org/10.5565/rev/ensciencias.2795