sábado, 7 de mayo de 2022

EXPERIMENTO: DEDO AL BLANCO. 👀👆🏹

 

Créditos de imagen: flaticon.es

Aprendemos a temprana edad, cuál es nuestra mano derecha y cuál nuestra mano izquierda,  adquiriendo el concepto de “mano dominante”. Sin embargo, también se puede ser zurdo o diestro con relación a los ojos y  no siempre esa preferencia coincide con la mano dominante (no existe la misma lateralidad).

Cuantas veces has intentado inútilmente apuntar al blanco con dardos, pelotas en un juego de derribar tarros, etc. ¿Qué estás haciendo mal? El siguiente experimento te da algunas pistas.

Te invito a realizar la siguiente experiencia: “DEDO AL BLANCO”

El objetivo de aprendizaje de este experimento  es: Conocer la noción del papel que desempeña el cerebro en la visión, mediante una experiencia de “ojo dominante”.

¿Qué necesitamos?

Nuestros ojos, brazo, pulgar y  un objeto distante.

¿Qué haremos?: ENCONTRAR NUESTRO OJO DOMINANTE ¿Cómo?

1. Extiende un brazo, manteniendo el pulgar de esa mano hacia arriba.

2.  Escoge tu “blanco” para esto, mantén los dos ojos abiertos y centrados en un objeto distante (el cual será tu blanco), superpone tu dedo  pulgar sobre ese objeto.

3. Cierra alternadamente un ojo y después el otro.

4. El ojo que mantiene el pulgar justo en el “blanco” (delante del objeto) al cerrar el otro ojo, es tu ojo dominante.

Responde:

1. Si cierras el ojo izquierdo o el ojo derecho  ¿el “blanco” está en la misma posición?

2.  ¿Qué piensas que causa este efecto?

 

PARA SABER MÁS

Los ojos, tienen un lado dominante igual que las manos y las piernas. La dominancia ocular, puede definirse como la tendencia a preferir mirar con un ojo determinado, haciendo que la imagen que capta prevalezca sobre la del otro ojo.

Algunas personas pueden tener un lado dominante  para las manos y otro para los ojos o pies, o pueden no tener un lado dominante (el caso de los ambidiestros). Esto se debe a que ambos hemisferios cerebrales controlan ambos ojos, pero cada uno  de ellos se hace cargo de una mitad diferente del campo visual y, por lo tanto, de una mitad diferente de ambas retinas. Por tal motivo, no existe relación directa entre "la mano dominante" y "el ojo dominante" asociados a la lateralidad.

El ojo dominante  otorga una aportación ligeramente superior a la parte visual del cerebro y transmite con mayor  precisión información sobre la ubicación de los objetos, dado que tiene más conexiones neuronales con el cerebro que el otro ojo. Precisamente, este ojo produce un efecto de paralaje y, es el que se utiliza para obtener información posicional precisa. He aquí el dato para tener mejor precisión la próxima vez que vayas a  lanzar dardos. 

Como último dato, se estima que dos tercios de la población tienen dominancia del ojo derecho, y el tercio restante, dominancia  del ojo izquierdo.

 

 





Fuentes:

Matilla, M. T., & Bueno, G. (2009). ¿ Cuál es mi ojo dominante?. Gaceta óptica: Órgano Oficial del Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas de España, (443), 64-65.

Méndez, R. (2010). La lateralidad influye en los problemas de aprendizaje. Revista digital para profesionales de la enseñanza, 2(4), 91-97.


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