jueves, 10 de febrero de 2022

BACTERIÓFAGOS DE VILLANOS A HÉROES.

 

Introducción 

Actualmente vivimos la pandemia causada  por el virus SARS- CoV- 2; sin embargo, estamos frente a una amenaza cada vez mayor para la salud mundial, la resistencia a los antibióticos. De acuerdo con Barco (2021) solo en el año 2015  las bacterias resistentes a los antibióticos provocaron 670.000 infecciones y  33.110 muertes; la OMS pronostica que  serán 10 millones las personas fallecidas en el año 2050 por esta causa. En esta línea, Guevara et al. (2022) señala que se  estima que para las próximas décadas, el número de muertes a causa de patógenos multirresistentes será mayor que las muertes causadas por cáncer.

Lo anterior supone la búsqueda de tratamientos alternativos para controlar enfermedades causadas por estos microorganismos. Si bien la resistencia a los antibióticos corresponde a un fenómeno natural, el que para Guevara et al. (2022) ocurre como una respuesta evolutiva a la fuerte presión selectiva dada principalmente por la exposición e interacción  de los microrganismos  a agentes químicos (desinfectantes y metales pesados entre otros) lo cual acelera el traspaso de genes de resistencia en las poblaciones bacterianas aledañas, produciendo un  aumento en el número de  patógenos multirresistentes con ventajas evolutivas y adaptativas.

Por otro lado,  el autor señala la existencia de una relación directa entre el consumo de antibióticos y las variaciones de resistencia que producen estos medicamentos en los microorganismos.  Es así que para comprender la evolución y el impacto de la resistencia microbiana surge  el concepto de “resistoma”, el cual que incluye a todos los genes de resistencia a los antibióticos y a sus precursores (en bacterias patógenas como no patógenas), lo que permite entender  e investigar los orígenes y evolución de la resistencia.

Bacteriófagos ¿Qué son?

Los bacteriófagos son virus que infectan a bacterias, como afirma Sejas  (2021)  se encuentran entre los organismos más abundantes y ubicuos de nuestro planeta, son catalogados como controladores naturales de las bacterias. De acuerdo con Guevara et al. (2022) cada bacteria tiene sus fagos específicos, los  que podrían utilizarse como  agentes antibacterianos. Pero, no piensen que los bacteriófagos al ser específicos nos puedan atacar, el que sean específicos significa que solo pueden atacar a una especie puntual, que son las bacterias, no a los seres humanos; como super héroes no atacan a los buenos, sino que solo a los villanos.  

Cabe señalar también, que los bacteriófagos debido a su especificidad, son usados en otros ámbitos, por ejemplo, el agropecuario y  alimenticio. Para saber más revisa: https://aes.ucf.edu.cu/index.php/aes/article/view/18

https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?pid=S0716-10182015000700010&script=sci_arttext&tlng=n


Barco (2021) indica que el 96% de los fagos  conocidos pertenecen a tres familias: Podoviridae, Myoviridae y Siphoviridae. Los bacteriófagos fueron descubiertos en el año  1915,  por el microbiólogo inglés Frederick Twort, este  identificó un agente  bacteriolítico que infectaba y mataba bacterias, pero sin lograr definirlo; no fue hasta 1917  que el microbiólogo canadiense  Félix d'Herelle informó el descubrimiento de "un  invisible antagonista microbiano del bacilo de la disentería" y confirmó que se trataba de un virus al que llamó "bacteriófago".

Para saber más: https://elpais.com/elpais/2019/05/23/ciencia/1558629279_769979.html

Morfología

Citando a Aties et al. (2017) los fagos se constituyen fundamentalmente de material genético y proteínas. Su genoma puede ser de ácido desoxirribonucleico (ADN) o ácido ribonucleico (ARN), el cual puede ser unicatenario o bicatenario; este material  genético se encuentra  protegido por una cubierta de proteínas denominada cápside.

La estructura de los fagos es determinada por sus proteínas de envoltura, cuya función es la de proteger al material genético; estas  proteínas además  cumplen el rol de proporcionar al fago: cuello, cola, fibras caudales, láminas  básales y/o espículas.

Créditos: https://www.google.com/url?sa=i&url=https%3A%2F%2Frevistas.udea.edu.co%2Findex.php%2Fhm%2Farticle%2Fdownload%2F335348%2F20794045%2F175750&psig=AOvVaw0KjOZUn9qfJKH6oFA71oXc&ust=1645738470002000&source=images&cd=vfe&ved=2ahUKEwjP2rnY45b2AhUBOLkGHb6TCFMQr4kDegUIARDGAQ

Morfológicamente los bacteriófagos son virus con cola y receptores para  el reconocimiento bacteriano. En las familias Myoviridae  y Siphoviridae las colas son largas, contráctiles para la primera y no contráctiles para la segunda familia; y en la familia Podoviridae  las colas son cortas  y no contráctiles (Barco, 2021). Los bacteriófagos miden entre 50 y 200 nm  (Richter et al., 2018) citado por Fuentes et al. (2021) y sólo pueden ser visibles con un microscopio electrónico.

 

Créditos de la imagen: https://www.google.com/url?sa=i&url=https%3A%2F%2Fwww.bbc.com%2Fmundo%2Fvert-fut-55714386&psig=AOvVaw2C9N33u_xzDFzYGl8Fcx9g&ust=1645737606634000&source=images&cd=vfe&ved=2ahUKEwje8uG84Jb2AhW0N7kGHY7DANEQr4kDegUIARD6AQ


Para saber más visita: https://www.google.com/url?sa=i&url=https%3A%2F%2Frevistas.udea.edu.co%2Findex.php%2Fhm%2Farticle%2Fdownload%2F335348%2F20794045%2F175750&psig=AOvVaw0KjOZUn9qfJKH6oFA71oXc&ust=1645738470002000&source=images&cd=vfe&ved=2ahUKEwjP2rnY45b2AhUBOLkGHb6TCFMQr4kDegUIARDGAQ


Ciclo de vida de un fago

Barco (2021) indica que los bacteriófagos presentan dos ciclos de vida, el ciclo lítico y el ciclo  lisogénico; aunque hay que hacer la salvedad, según Aties et al. (2017) que no todos los bacteriófagos pueden usarse en terapia, únicamente los pertenecientes al ciclo lítico, dado que los fagos con ciclo lisogénico, al integrar su genoma en el de la bacteria, no la matan y pueden incluso transferir genes que incrementen la virulencia de la bacteria.

El ciclo lítico se  divide en cinco fases: primero se produce la adsorción de fagos a la célula huésped mediante la unión a receptores específicos de la superficie bacteriana (1). Luego, el fago inyecta el material genético en la bacteria mediante la contracción de la cola  y la formación de un agujero en la pared celular (2). Estos genes  se expresan y la bacteria los replica originando varias copias del genoma  vírico (3). Las proteínas estructurales de los nuevos viriones se ensamblan formando partículas fágicas (4), finalmente  se degrada la pared bacteriana por acción de proteínas del fago (5), se produce la lisis y liberación de la progenie viral. En este último proceso, la mayoría de  fagos utiliza dos grupos de proteínas: holinas y endolisinas, que forman sistemas holin-lisina, causantes de la lisis.




Créditos: https://www.google.com/url?sa=i&url=https%3A%2F%2Fwww.researchgate.net%2Ffigure%2FFigura-1-Esquema-general-del-ciclo-litico-de-un-fago-1-Adsorcion-a-la-superficie_fig2_294275865&psig=AOvVaw1mO3s_OaGscKQTjU6AStAU&ust=1645738013056000&source=images&cd=vfe&ved=2ahUKEwiz98f-4Zb2AhUpBLkGHT-8CyUQr4kDegUIARDsAQ


¿Cómo actúan?

Además de sacar provecho terapéutico al ciclo lítico del bacteriófago, existen otras técnicas. De acuerdo con Fuentes et al. (2021) las endolisinas, enzimas que degradan la pared celular bacteriana, actúan como  enzibióticos (enzimas con actividad antibiótica); estas enzimas  también son útiles en el control de las biopelículas (acumulaciones de bacterias que secretan moléculas que las protegen y que dificultan la efectividad de los antibióticos) y además  se usan en la desinfección de equipo hospitalario y en la industria alimentaria.

También se pueden usar solamente las proteínas de la cápside del bacteriófago para construir  partículas tipo virus (vlps, por sus siglas del inglés Viral Like Particles), las cuales sirven para el diseño de vacunas contra infecciones virales, las que al carecer de material genético son seguras para la inducción de anticuerpos neutralizantes, por ejemplo, contra la influenza.

Por último, las endolisinas se utilizan para generar “fantasmas bacterianos” (Bacterial Ghosts o bgs, en inglés), estos  son  células bacterianas que perdieron su contenido celular, quedando solamente la envoltura. 

                                      

Créditos: https://www.google.com/url?sa=i&url=https%3A%2F%2Fwww.ocu.org%2Falimentacion%2Fseguridad-alimentaria%2Finforme%2Fbacteriofagos&psig=AOvVaw3oMxbJUO1tB64HR8Bf7kxa&ust=1645738136984000&source=images&cd=vfe&ved=2ahUKEwjp-NO54pb2AhUECrkGHZCUCcIQr4kDegQIARBj


Pros y contras de la terapia con fagos.

Como lo hace notar Fuentes et al. (2021) la terapia de bacteriófagos presenta numerosas ventajas en comparación con la terapia con antibióticos convencionales, algunas de ellas son:

1) Son abundantes en la naturaleza y de bajo costo, un solo bacteriófago puede aniquilar a un gran número de bacterias.

2) Los bacteriófagos líticos destruyen por completo a las bacterias.

3) Son muy específicos, infectan únicamente a su bacteria hospedera, dejando intactas a otras bacterias benéficas y no infectan a los humanos, animales o plantas.

4) Una sola dosis es suficiente para el control de la infección bacteriana, ya que mientras hayan  bacterias, los bacteriófagos continuarán replicándose y una vez eliminadas, también dejarán de multiplicarse.

5) Pueden mutar para evadir las defensas de las bacterias.  Se pueden utilizar mezclas de bacteriófagos para evitar el desarrollo de resistencia bacteriana.

6) No causan alergias como lo hacen algunos antibióticos

Aties et al. (2017),  plantea   como  dificultad  para el uso de bacteriófagos que pueden producir altos niveles de endotoxinas en infecciones causadas por bacterias  gram negativas.

 Conclusión

Actualmente, la  evidencia en relación al potencial terapéutico  que presentan los bacteriófagos ha demostrado efectos positivos en un alto porcentaje de los casos reportados; sin embargo, se debe seguir investigando en un universo mayor  a fin de terminar de estudiar  aspectos  que permitan estandarizar el manejo terapéutico y convertir esta terapia en una realidad frente a las bacterias multirresistentes.

 

 Fuentes

Aties L., Duret, Y., Tabares, M., Fernández, S. (2017). Los enzibióticos como alternativa terapéutica contra las enfermedades  bacterianas. MEDISAN. 21(10) ,3077

Barco, P. (2021).Terapia fágica como alternativa a  la resistencia a antibióticos. NPunto, 5(35), 142-146

Fuentes, M., Gil, A., Martínez, C., Baizabal, V., Valdez, J. (2021). El enemigo de mi enemigo es… Un virus que ataca a las bacterias: los bacteriófagos. Revista Digital Universitaria. 22(4) ,1-13 http://doi.org/10.22201/cuaieed.16076079e.2021.22.4.1

Guevara, F.,  Muñoz Molina, L., Navarrette, J.,  Salazar, L., Pinilla, G. (2020). Innovaciones en la terapia antimicrobiana. NOVA. 18 (34), 09-25

 Sejas, C. (2021). Fagoterapia: Tratamiento alternativo para el Control de las Infecciones Bacterianas en Pacientes Quemados. Revista argentina de quemaduras.  31(2), 1-13.

 


LAS ENERGIAS DEL FUTURO, UN FUTURO QUE NO ES PARA TOD@S.

 

Echando a andar mi oráculo, para visualizar la situación energética mundial actual y el futuro energético…


Para hablar de la situación energética mundial, se debe tener una visión holista del panorama, no solo energético.  No es solo hablar de las formas de reemplazar fuentes energéticas basadas en combustibles fósiles por fuentes energéticas menos contaminantes; es repensar la obtención, acceso y distribución de la energía para tod@s, es pensar en la sustentabilidad.

Una sustentabilidad, según Zarta (2018), debe ser  vista como la relación entre el crecimiento económico, la equidad social y la sustentabilidad ambiental que dé lugar al desarrollo sustentable; donde esta relación permita comprender que estamos ante un mundo con recursos naturales escasos y necesidades ilimitadas, con una población siempre creciente, un desarrollo económico que ha venido dándose con base en tecnologías ya obsoletas (con un consumo energético desorbitante que  genera  gran contaminación).

Por cuanto lo anterior, se están buscando nuevas fuentes de energía renovables, pero la tecnología y los costos no pueden ser asumidos por todos los países, por tanto, no todas las personas podrán acceder a ellas.

Según una publicación del Banco Mundial (junio 2021) sino se hacen los esfuerzos en los países con más pobreza, el mundo seguirá sin garantizar el acceso universal a energía asequible, confiable, sostenible y moderna para el año 2030.

Luego de años en que las empresas habían inyectado recursos en energías renovables, actualmente los costos han encarecido y hay problemas con los suministros; se debe gastar más para construir parques solares y eólicos. Como consecuencia, los proyectos de energía limpia se han visto expuestos a la inflación en los mercados de materias primas, debido a su dependencia de materiales como por ejemplo el silicio y el cobre, lo cual ha llevado que estos proyectos sean detenidos o no se lleven a cabo. (The Wall Street Journal en Pulso PM, La Tercera, 4 ENE 2022)

Energías renovables como la eólica, geotérmica, biomasa, hidrógeno verde, oceánica, entre otras, todas muy prometedoras; sin embargo, sin los recursos suficientes para poder llevarlas a todos difícilmente se dejarán de ocupar combustibles fósiles, seguiremos con el calentamiento global, seguiremos dañando los ecosistemas al intervenir los cauces. En fin, la ciencia propone, pero el dinero dispone.                                                                                 

Fuentes.

Banco Mundial (20201).  Reporte mes de junio

https://www.bancomundial.org/es/news/press-release/2021/06/07/report-universal-access-to-sustainable-energy-will-remain-elusive-without-addressing-inequalities

Tercera, 4 ENE 2022.

https://www.latercera.com/pulso-pm/noticia/la-inflacion-aumenta-el-costo-de-la-transicion-a-energias-limpias/4NPHM45IYRH3ZIV2B6B74PDH7E/

Zarta Ávila, P. (2018). La sustentabilidad o sostenibilidad: un concepto poderoso para la humanidad. Tabula Rasa, (28), 409-423. Doi: https://doi.org/10.25058/20112742.n28.18

 


sábado, 5 de febrero de 2022

NOMENCLATURA DE LOS MICROORGANISMOS. 👀🔬🧫

 El hablar de nombre y género de los microorganismos, lleva inmediatamente al concepto de taxonomía.  La taxonomía corresponde, según Forbes (2009), a un área de la Biología que abarca tres disciplinas interrelacionadas,  las que incluyen la clasificación, la nomenclatura y la identificación de los organismos.

La taxonomía otorga un idioma común mediante la nomenclatura, el cual permite unificar el nombre de los microorganismos (y el resto de los organismos).

Se conocen alrededor de 11 mil  especies de microorganismos  de un billón de especies estimadas en la Tierra (Fuentes, 20202), sin la  taxonomía sería imposible tener un sistema de clasificación, denominación e identificación de estos.

El padre de la Taxonomía es Carl Von Linné. Como señala  Osorio (2021), Linneo fue quien clasificó los entes naturales en tres grandes reinos, reino animal, reino vegetal y reino mineral; incorporando a los “animalículos” en la clasificación  universal de los seres vivos y vislumbró  que podían ser agentes causales de enfermedad.

Cada uno de nosotros es identificado por un nombre propio, que consta de un nombre de pila y el primer apellido. Es así que para nombrar a los microorganismos, la nomenclatura establece una serie de reglas y normas, proporcionando nombres que son aceptados por la comunidad científica y por los cuales los microorganismos  son reconocidos en todo el mundo.

De acuerdo con Forbes (2009), el género y la especie corresponden a los grupos taxonómicos  utilizados por los microbiólogos, dado que las reglas que rigen la nomenclatura microbiana se limita a estas dos denominaciones. Antes de explicar la nomenclatura microbiana, es necesario clarificar qué es especie y género.


                                                                         Imagen 1: Escala taxonómica 
Créditos: https://www.google.com/url?sa=i&url=https%3A%2F%2Fes.wikipedia.org%2Fwiki%2FCategor%25C3%25ADa_taxon%25C3%25B3mica&psig=AOvVaw3SwuWqu7myRtqqtI414N6r&ust=1645739607854000&source=images&cd=vfe&ved=2ahUKEwj11YL355b2AhUOKrkGHcQ4Dt8Qr4kDegUIARDIAQ


Especie y género.

La especie corresponde al  grupo taxonómico más elemental, Forbes (2009) la define, desde el punto de vista microbiológico, como una colección de cepas bacterianas que comparten características genéticas, fenotípicas (aunque causa muchas confusiones y falsos parentescos) y  fisiológicas, las que se diferencian notoriamente de otras especies bacterianas.

Además, se identifican subgrupos taxonómicos dentro de una especie, llamados subespecies y, existen grupos ubicados por debajo del nivel de subespecie que comparten características específicas,  las cuales se designan como biotipo, serotipo o genotipo.

Para Forbes (2009) el género corresponde al siguiente taxón más alto en la escala taxonómica (ver imagen 1)  y comprende especies diferentes que comparten varias características importantes, pero se pueden diferenciar  lo suficiente para mantener su estatus de especies individuales.

Nombremos microorganismos

                                                                        Créditos: Revista Investigación y Ciencia. 

Ahora bien, para nombrar a los microorganismos se utiliza un sistema de nomenclatura binomial “dos nombres”; a cada microorganismo se le otorga un nombre de género y otro de especie  los cuales derivan del latín o del griego. En otras palabras, cada microorganismo recibe un “nombre científico”, el cual se compone en un primer término del género, el cual la primera letra  se escribe con mayúscula y el segundo componente corresponde a la especie, la cual se escribe todo  con letra minúscula.

Como lo hace notar Arija (2012), el nombre científico (Género + epíteto específico) es exclusivo para individuos de  una especie; en tanto el género puede ser común a varias especies que están estrechamente emparentadas.

Género y especie deben utilizarse siempre de manera simultánea y se escriben en cursiva en la escritura impresa y  cuando se escriben manualmente deben ser subrayados. Por ejemplo los estreptococos  Streptococcus pneumoniae, Streptococcus pyogenes; también es válido abreviar usando la primera letra mayúscula del género seguida por un punto (.) y el nombre completo de la especie (el que nunca se abrevia); por tanto el ejemplo abreviado seria: S. pneumoniae, S. pyogenes.

Para saber más visita: https://www.youtube.com/watch?v=JbilNLxpnWE

Cabe señalar que los nombres científicos de los microorganismos pueden cambiar, ya que el sistema de clasificación e identificación están en constante revisión; es así que una especie puede cambiar a otro género  o se le puede dar  el nombre de un género nuevo. Estos cambios están documentados en el International Journal for Systematic Bacteriology.

En el caso de existir los cambios antes citados,  se utiliza la designación del género nuevo, pero se continúa empleando la designación anterior entre paréntesis, tal es el caso de  Stenotrophomonas (Xanthomonas) maltophilia.

Arpajón et al. (2014) indican que actualmente no existe un manual especifico donde se agrupen todos los aspectos de gramática sobre los nombres de los microorganismos; sin embargo, en el Código Internacional de Nomenclatura Bacteriana  se encuentran directrices que deben ser consideradas a la hora de escribir correctamente el nombre de los microorganismos.

Sin embargo, la historia no termina acá...

Claros y Comín (2021) se preguntan ¿Qué hacer si microorganismos se nombran en latín y se acompañan de artículo? ¿Los Clostridium y las Bifidobacterium o Clostridium y los Bifidobacterium? Revisando la literatura, los científicos se ahorran la dificultad de preceder el nombre de una bacteria con un articulo y  solo se refieren a su nombre científico. Fernando  Navarro en su artículo “Problemas de género gramatical en medicina”, plantea que en el idioma español el artículo que acompaña a un nombre científico  de un microorganismo, como por ejemplo  una bacteria se asigna a partir del género en latín, donde el  femenino se conserva y el masculino o el neutro en latín corresponden en español al  género masculino. 

Sin embargo, existen excepciones a la regla, tal como plantean Claros y Comín (2021)¿Por qué en el segundo caso si en latín es de género neutro en castellano es femenino?  Con todo esto quién se atreve a elegir el género del artículo que acompaña al nombre científico.

(Con razón no colocan el artículo anteponiendo el nombre de las bacterias ¿o los bacterios? en los paper…) 

 

 

Fuentes:

Arija, Carmen M. (2012). Taxonomía, Sistemática y Nomenclatura, herramientas esenciales en Zoología y Veterinaria REDVET. Revista Electrónica de Veterinaria. 13(7).

Arpajón, Y., Rodríguez, M., Sosa, L. (2014). Habilidades lingüísticas sobre nomenclatura microbiana en profesionales de la salud. Educación Médica Superior. 28(2), 190-198.

Claros, M., Comín, P. (2021). Artículo definido y nombre científico de los seres vivos: la extraña pareja. Panace@, 22(53). https://www.tremedica.org/wp-content/uploads/panacea21-53_05_Terminologia_02_ClarosDiaz_CominSebastian.pdf

Forbes, B. (2009). Bailey  y Scott: Diagnostico microbiológico (12ª ed).  Cap. 1 Taxonomía microbiana.  Médica Panamericana

Navarro, F.  Problemas de género gramatical en medicina. Tomado de: http://ec.europa.eu/translation/bulletins/puntoycoma/42/navarro.htm

Osorio, C. (2021).  Nota histórica. Revista Chilena de Infectología. 38 (6),793-797


miércoles, 2 de febrero de 2022

UN GRAFICO PUEDE DECIR MUCHO Y NO DECIR NADA.

 

Un gráfico corresponde a una representación visual para mostrar datos complejos de una manera simple.  En esta entrada de blog, se analizan dos gráficos.  

Imagen 1: Gráfico tomado de un artículo del área de Educación.

¿Tiene un mensaje claro?

El mensaje es claro, el grafico entrega los resultados del análisis de libros de texto de Biología y Geología de 4º de la ESO (BG) y Ciencias para el mundo contemporáneo de 1º de bachillerato; no obstante, este mensaje no es bien transmitido.

¿Comunica bien el mensaje?

El mensaje no es bien comunicado, dado que la simbología de cada serie lleva a error (visualmente poco amigable), el título del eje X es ambiguo, los ejes no están delimitados y la escala del eje X es incorrecta.

En tanto, el título del grafico no es coherente con lo que representa, se indica  en el título que el grafico es el resultado de un análisis de libros de textos; sin embargo no comunica qué características presentan los libros tras el análisis (lo que esperaría encontrar en el eje X).

¿Es falaz  o se pueden considerar “buena gráfica”?

La grafica es falaz, no entrega los resultados de la investigación.

Tabla de análisis.

INDICADOR

Cumple totalmente

Cumple parcialmente

No cumple

Eje X horizontal en la base (variable independiente)

x

 

 

Eje Y vertical a la izquierda (variable dependiente)

x

 

 

Utiliza etiquetas correctas

 

 

x

Utiliza una escala correcta

 

 

x

Las series son proporcionales

x

 

 

Tamaño adecuado de la gráfica

x

 

 

Contiene un  título que describe lo que  ilustra el grafico  

x

 

 

Contiene  el título de la variable en cada eje.

x

 

 

Buena utilización del área de trazado y de grafico.

 

x

 

Uso de estímulos visuales (colores y formas)

 

x

 

 

Veamos otro gráfico

Imagen 2: Gráfico presentado en el  Periódico “El Mercurio”.

¿Tiene un mensaje claro?

Definitivamente, no.  ¿Pobreza por ingresos?  Los datos  dicen  mucho y no dicen nada.

El mensaje es más bien campaña política.

¿Comunica bien el mensaje?

No, de partida no existen ejes, ni datos, las series mal confeccionadas; es solo una manipulación de cifras.

¿Es falaz  o se pueden considerar “buena gráfica”?

Es totalmente falaz, no cabe mayor análisis.

 Tabla de análisis.

INDICADOR

Cumple totalmente

Cumple parcialmente

No cumple

Eje X horizontal en la base (variable independiente)

 

 

x

Eje Y vertical a la izquierda (variable dependiente)

 

 

x

Contiene etiquetas de datos

 

x

 

Utiliza una escala correcta

 

 

x

Las series son proporcionales

 

 

x

Tamaño adecuado de la gráfica

 

x

 

Contiene un  título que describe lo que  ilustra el grafico  

 

 

x

Contiene  el título de la variable en cada eje.

 

 

x

Buena utilización del área de trazado  y de gráfico.

 

 

X

Uso de estímulos visuales (colores y formas)

x

 

 


martes, 1 de febrero de 2022

TENER MÀS DE 50 CITAS EN TU ARTÍCULO Y QUE ESTEN CITADAS EN APA, YA ES CODICIA.

 

A partir del artículo: Anzures, M., Gaytán, M., Cuna, E. (2021). Algas extremófilas: estrategias de supervivencia y uso potencial. BioTecnología, 25(2),  se realiza el ejercicio propuesto (contar las citas presentes en cada sección IMRYD).   

Para cada estructura se obtuvo los siguientes resultados:

Sección

Número de citas

Número de paginas

Introducción

17

1

Métodos

0

Media pagina

Resultados y discusión

85

5

Conclusión

0

Media pagina

Anexo  (Tabla)

18

2

TOTAL  CITAS (contadas)

 

120

                              

 

TOTAL DE CITAS (REFERENCIAS)

59

¿Son muchas o  pocas referencias?

Contestaré con mi palabra favorita, DEPENDE ¿De qué depende? Del estado del arte.

En el caso del articulo revisado, llama la atención que el grueso de la bibliografía esté en la sección resultados y discusión, en desmedro de la introducción (que contiene el marco teórico), sección que presenta la revisión de la literatura.

En una revisión de las referencias del paper,  se reporta que solo cinco de estas no tienen más de cinco años de antigüedad, respecto de la fecha de publicación del artículo; inclusive, hay algunas citas que sobrepasan los 10 años, siendo que el tema de extremófilos es un  amplio campo  en  desarrollo.   

Complementando esta respuesta, Murillo y Martínez (2019) indican que deben incluirse las citas que se necesiten, pero sin excederse. Además, que las citas dan cuenta de quién escribe el texto, permitiendo reconocer si es un experto o es un investigador novel, entre otros aspectos.  

Y por último, estos autores reportan que el mayor número de citas están en artículos cuya metodología es cuantitativa, lo cual reafirmo, haciendo el ejercicio de comparación de dos artículos con la misma cantidad de páginas.