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Murciélagos, los hay buenos y no tanto, pero después de ser acusados de causar el COVID-19, si que han sido perseguidos; no obstante, esta persecución comienza mucho antes. Los invito a conocer a estos reservorios naturales de virus (y otros microorganismos patógenos).
Rodríguez
(2021) señala que los murciélagos son mamíferos placentados pertenecientes al orden Chiroptera, existen alrededor de 1400 especies en el mundo. Son el grupo más numeroso de
mamíferos, después de los roedores; tienen hábitos nocturnos en los que se
alimentan y aparean, viven en colonias numerosas; habitan cuevas, minas, edificios abandonados,
puentes o algunos tipos de bosque, descansando colgados. Se estima
que tienen 52 millones de años de
antigüedad y se encuentran en todas las latitudes, excepto el Ártico, la
Antártida y algunas islas.
Créditos: The New York Times.
Son considerados clave debido a sus beneficios para la humanidad y la conservación del planeta, ya que llevan a cabo los procesos de fertilización, polinización y dispersión de semillas; restauración de la vida vegetal y el control de insectos. Sin embargo, también representan un importante reservorio natural de virus, siendo documentados por los cronistas como causa de enfermedades tales como la rabia en expediciones de descubrimiento.
Se
estima que los murciélagos albergan más virus
zoonóticos que cualquier otra especie, cuando los murciélagos se infectan
la mayoría de ellos no manifiesta signos
clínicos; no obstante, existen excepciones a la regla, como cuando son
infectados por el virus Tacaribe que causa
mortalidad en especies, así como también
algunos tipos de Lyssavirus y de Filovirus.
En
la actualidad, la superfamilia Rhinolophoidae,
es de gran importancia ya que se encontraron algunas de sus especies vinculadas a la
condición de reservorio de virus emergentes, tales como AlphaCoV y BetaCoV. Tal
como se comentó anteriormente, la asociación de murciélagos con procesos
infecciosos en un comienzo se enmarcó a casos de rabia; no obstante, a partir del último tercio del siglo pasado se han
asociado con procesos víricos emergentes, como las encefalitis por los virus Nipah y Hendra, la fiebre
hemorrágica de ébola o Reovirus,
habiendo un punto de quiebre cuando los relacionaron con el virus SARS el año 2005, lo que
permitió en la actual pandemia su
asociación con el origen de la enfermedad COVID-19. Desde este entonces, se ha
planteado que los murciélagos serán la causa
de futuras epidemias/pandemias.
¡OHHH CUANTOS VIRUS!!!!! y aun hay mas...
¿Pero por qué los murciélagos
son un reservorio de virus?
Desde
la posición de Canestrari y Ordiz (2021), los murciélagos son el reservorio de la
mayor proporción de virus zoonóticos comparándolos con otros mamíferos en
relación a lo esperado según su riqueza de especies.
A esto se agrega que son portadores de virus que provocan enfermedades de alto
impacto, como por ejemplo SARS, Ébola y MERS.
Fuente: Canestrari y Ordiz (2021)
Estudios
recientes reportan que algunos rasgos de estos mamíferos los predisponen a
mantener un alto número de virus comparado con otras especies de mamíferos como
son su longevidad, la cual facilita la
persistencia de infecciones crónicas; las adaptaciones al vuelo, incluyendo
adaptaciones fisiológicas e inmunitarias peculiares y su comportamiento
altamente gregario en colonias extremadamente densas. Pero, en especial la simpatría entre
especies de murciélagos la cual es determinante para definir su potencial
zoonótico, al aumentar el nivel de contacto
interespecífico y por lo tanto la circulación y el mantenimiento de
patógenos.
Créditos: The New York Times.
Los murciélagos bajo la lupa.
Galindo
et al. (2021) agregan que son reservorio de la rabia. La rabia es una
enfermedad mortal que afecta al sistema nervioso central, es transmitida a
través de la saliva de animales infectados que entra en contacto con la sangre de
otro animal; se estima que menos del 0.5% de los murciélagos son portadores del
virus de la rabia.
Rodríguez (2021), realiza un recorrido de los virus encontrados en murciélagos de Europa a partir de los datos obtenidos en el sistema de vigilancia desde el inicio del SARS, se tomaron muestras fecales, revelando que en estos animales los CoV (coronavirus) se encuentran principalmente en el tracto digestivo. Se han aislado o detectado mediante este método entre 200 y 500 CoV y se estima que el 35 % del viroma de los murciélagos incluye este virus.
Créditos: The New York Times.
Dentro de los estudios, se han recogido especies de murciélagos en las que se detectaron secuencias de CoV en 132 especies de 37 géneros, siendo Rhinolophus, Myotis y Pipistrellus las que más contenían el virus.
En
Italia fueron identificados tres AlphaCoV
de Pipis trellus kuhlii, con gran
semejanza al CoV de un murciélago chino.
En tanto, en España, se encontraron 14 especies de Alpha y BetaCoV en 9 especies de murciélagos
ibéricos en distintas localizaciones, los cuales presentaron similitud con
otros BetaCoV europeos o asiáticos.
En
Holanda, se detectó CoV en las especies Myotis,
Nictalus y Pipistrellu, en Reino Unido en especies de Myotis nattereri, en Alemania en especies de Myotis y Pipistrellus;
Hungría en especies de Myotis, Pipistrellus y Rhinolophus,
en Francia en espacies de Myotis, Pipistrellus y Miniopterus; además se encontraron CoV en Bulgaria, Eslovenia,
Luxemburgo, Rumanía y Ucrania.
Entre los coronavirus
más abundantes en murciélagos se encontraron Alphacoronavirus (AlphaCoV), además de los siguientes:
Dentro del
subgénero se encontraron con dos cepas
denominadas CDPHE15/USA/2006 y CoV (Myl-CoV), ambas se encuentran en
murciélagos de las especies Myotis
lucifugus.
En el subgénero Setracovirus, se encontraron las cepas BtKYNL63-9a, BtKYNL63-9b y
BtKYNL63-15, en Kenia, aisladas del
murciélago Triaenopsafer.
Otras cepas encontradas son: El HCoV-229E, HCoV-229E, BCoV, Ro-BatCoV GCCDC1 356, cepa HKU9, Ty-BatCoV HKU4 y la cepa Pi-BatCoV HKU5, entre otras.
Echeverría et al. (2021) recopila las especies del género Lyssavirus que han sido encontradas en murciélagos.
Créditos: Echeverría et al. (2021).
Para saber más visita: https://www.nytimes.com/es/2020/01/30/espanol/ciencia-y-tecnologia/Murcielagos-virus-coronavirus.html
https://www.bbvaopenmind.com/ciencia/biociencias/murcielagos-incubadoras-de-virus/
Fuentes
Canestrari,
D., Ordiz, A. (2021). Los animales como reservorios de enfermedades.
AMBIOCIENCIAS - Revista de Divulgación Científica e Innovación Docente. Núm. 19,
Pp. 21-34
Echeverría,
J., Berciano, J., Gavilán, A., Batista, J., Fernández, A. (2021). El
laboratorio en la vigilancia, el control y la investigación de la rabia en
España. La experiencia del Centro Nacional de Microbiología. RIECS, 6 (1).
https://doi.org/10.37536/RIECS.2021.6.1.264
Galindo-González,
J., Medellín, R. (2021). Los murciélagos y la COVID-19, una injusta historia. CIENCIA ergo-sum, Revista Científica
Multidisciplinaria de Prospectiva, vol. 28, núm. 2, 1. https://doi.org/10.30878/ces.v28n2a10
Jullian,
A. (2014). Zoonosis por murciélagos Molossidos urbanos: una amenaza invisible.
Revista Electrónica de Portales Médicos. https://www.revista-portalesmedicos.com/revista-medica/zoonosis-por-murcielagos-molossidos/
Rodríguez
Ferri, E. (2021). Coronavirus y murciélagos. AMBIOCIENCIAS - Revista de
Divulgación Científica e Innovación Docente. Núm. 19,
Pp. 35-46
Vega,
P. (2021). Reflexiones y escrituras en torno a pandemia(s) y asilamiento(s) / Compilado por Guadalupe
Reinoso, Alicia Vaggione.1a ed.- Córdoba: Universidad Nacional de Córdoba.
Facultad de Filosofía y Humanidades.
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